¿Y si el pueblo dice SÍ?
Puede ser que la amañada consulta ciudadana, mediante la cual “el pueblo” decidió la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, haya sido una primera prueba para hacer de tales ejercicios la manera de legitimar, a través de la voluntad popular, decisiones que dependerán sólo de AMLO, quien, por aquello de que “el pueblo manda y yo obedezco”, tendrá la excusa para cualquier barbaridad que se le ocurra, tal y como sucedió con la cancelación de la construcción del NAICM, sobre todo si, como lo señal Andrés Clariond Rangel, va a preguntarlo todo pero no a todos.