Gobierno, ¿para qué?
La principal pregunta de la teoría política es gobierno, ¿para qué? o ¿cuáles son las legítimas tareas del gobierno?, preguntas que parten de reconocer, prudentemente, que no todo lo que el gobierno puede hacer debe hacerlo.
La principal pregunta de la teoría política es gobierno, ¿para qué? o ¿cuáles son las legítimas tareas del gobierno?, preguntas que parten de reconocer, prudentemente, que no todo lo que el gobierno puede hacer debe hacerlo.
Todo indica que, después de tanto circo, maroma y teatro, en torno al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, NAIM, el mismo se le concesionará a Carlos Slim, lo cual tendrá un punto positivo y uno negativo.
El congreso de Tabasco modificó la ley (¿a favor de quién y a cambio de qué?) para hacer posible la adjudicación directa de obra pública, sin necesidad de licitaciones, lo cual, según el tercer párrafo, del artículo 134 de la Constitución, es anticonstitucional.
El nombre de este Pesos y Contrapesos hace referencia al apartado 10, del capítulo 32, del Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá, AEUMC, en el cual leemos que “la entrada de cualquiera de las partes en un acuerdo de libre comercio con un país que no sea de mercado permitirá a las otras partes poder rescindir este acuerdo, con un previo aviso de seis meses, y reemplazarlo con un acuerdo entre ellos”, lo cual es una arbitrariedad que el gobierno mexicano no debería haber aceptado, porque, de llegar a negociar un tratado de libre comercio con, digamos China, país que podría ser considerado “de no mercado”, tendría que renunciar a las ventajas que, en materia comercial, le brinda a los mexicanos el AEUMC, tanto importadores como exportadores. El apartado 10, del capítulo 32, del AEUMC, tiene a China como destinataria.
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, intentará eliminar los aranceles con los que el gobierno estadounidense grava las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, comprometiéndose a eliminar los aranceles con los que el gobierno mexicano grava las importaciones de carne de puerco, quesos y manzanas provenientes de los Estados Unidos, siempre y cuando el gobierno estadounidense elimine los aranceles al acero y aluminio. Se trata de un quid pro quo de lógica (aparentemente) impecable; quitando y quitando.
Comenzamos el 2017 con el precio del barril de petróleo mexicano de exportación en los 46.25 dólares y lo terminamos en los 56.19 dólares, lo cual dio como resultado un incremento del 21.5 por ciento.
Hay libre comercio en los países en los cuales los consumidores, comprando dejando de comprar, determinan la composición (el qué) y el monto (el cuánto) de las importaciones, sin ninguna intervención (prohibición, cuota, condición, arancel) impuesta por el gobierno, de tal manera que se importa lo que los consumidores compran y en las cantidades que compran.
Hay legisladores que quieren quitarle la autonomía al Banco de México, que quieren que el gobierno pueda obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste, lo cual generaría más inflación, algo que no debe permitirse, para lo cual no solo hay que mantener la autonomía del banco, sino prohibirle que voluntariamente produzca dinero y se lo dé al gobierno, prohibirle que voluntariamente genere inflación.
Tiene sentido renegociar un tratado de libre de comercio si el resultado es más, no menos, libre comercio. Ya terminó la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), renombrado como Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá (AEUMC). ¿Cuál fue el resultado? ¿Más o menos libre comercio? ¿Más o menos respeto a la libertad de los productores y exportadores? ¿Más o menos beneficio para los consumidores?
Que un banco central sea autónomo quiere decir que el gobierno no puede obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste, lo cual es una condición necesaria para que el banco central no genere inflación, para que nuestro dinero preserve su poder adquisitivo.
Según Arturo Herrera, próximo subsecretario de Hacienda, se considera la posibilidad de otorgar amnistía fiscal, la cual, si realmente es eso, y no el otorgamiento de facilidades para que los contribuyentes incumplidos se pongan al corriente en el pago de sus impuestos, sería un error.
Los priístas en la Cámara de Diputados pretenden, a partir del 1 de enero, la multiplicación por tres del salario mínimo, que hoy es de 88.36 pesos diarios, que quedaría en 265 pesos por día, propuesta que tiene toda la razón de ser, ya que el actual salario mínimo no cumple con lo que, según el artículo 123 constitucional, debe cumplir, por lo que se resulta inconstitucional. ¿Qué pretenden los priístas con su propuesta de aumento al salario mínimo? Que se cumpla la Constitución.
AMLO dijo que “el país está en bancarrota” y que le será difícil atender todas las demandas de la sociedad, pero que sí cumplirá con lo prometido en campaña. Gerardo Esquivel aclaró que la afirmación “el país está en bancarrota” hay que entenderla en el sentido de que hay más demandas de gasto que de recursos, lo cual es normal: las necesidades tienden a ser ilimitadas al tiempo que los recursos disponibles para satisfacerlas son limitados, razón por la cual no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis. En una palabra: escasez.
AMLO dijo, en la multicitada cita que vuelvo a citar, que dado que “el país está en bancarrota será difícil cumplir con todas las demandas que tiene la sociedad, aunque sí serán honrados todos los compromiso de campaña”.
Cito de nueva cuenta a AMLO: “Sostengo que hay crisis en México y que hay mucha pobreza, mucho abandono, mucha inseguridad, mucha violencia, y que ha resultado un fracaso la política neoliberal y que la vamos a cambiar”. AMLO considera que la política neoliberal ha fracasado y por ello la cambiará. ¿Con qué la sustituirá?
Cito a AMLO: “Sostengo que hay crisis en México y que hay mucha pobreza, mucho abandono, mucha inseguridad, mucha violencia, y que ha resultado un fracaso la política neoliberal y que la vamos a cambiar”.
Entre las muchas declaraciones polémicas que ha hecho AMLO últimamente se encuentra esta: “Vamos a respetar la autonomía del Banco de México para que haya equilibrios macroeconómicos, que no haya devaluación, que no haya inflación (…) Si se dan esos fenómenos no va a ser por culpa del presidente de la República sino por circunstancias externas o por mal manejo de la política financiera que haga el Banco de México, no el gobierno de la República”.
No entender lo que es un derecho puede llevar, sobre todo a los políticos, a prometer lo imposible. AMLO ha dicho que “todos los estudiantes tendrán derecho al trabajo”, momento de preguntarle qué entiende por “derecho al trabajo”.
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 es de 5.3 billones de pesos. Para el año entrante se prevé uno de 5.7 billones, 7.5 por ciento mayor en términos nominales y, suponiendo una inflación del 3.4 por ciento en 2019, 4.1 por ciento mayor en términos reales.
El sueño de cualquier oferente, de cualquier bien o servicio, es el monopolio, que le permitirá cobrar el mayor precio que el demandante esté dispuesto a pagar. Al monopolio puede llegarse por dos caminos, el correcto y el incorrecto.