Recaudador, abusivo
Cuando el gobierno cobra impuestos obliga a los ciudadanos a entregarle parte del producto de su trabajo. Obliga, por eso se llaman impuestos. Siempre lo he dicho: yo no pago impuestos, a mí me los cobran.
Cuando el gobierno cobra impuestos obliga a los ciudadanos a entregarle parte del producto de su trabajo. Obliga, por eso se llaman impuestos. Siempre lo he dicho: yo no pago impuestos, a mí me los cobran.
El Impuesto sobre la Renta (ISR) es abusivo, y lo es por partida doble. Por gravar el ingreso de la gente (¿no tenemos las personas el derecho al producto íntegro de nuestro trabajo?) y por gravarlo a tasas elevadas (la pregunta vuelve a ser la misma: (¿no tenemos las personas el derecho al producto íntegro de nuestro trabajo?).
Los mexicanos no son corruptos por naturaleza. Los altos porcentajes de corrupción son resultados de un entorno legal que la propicia. En México es más fácil y productivo ser corrupto que honesto. Los corruptos ganan, los honestos pierden. El lema “el que no tranza no avanza” lo hace realidad un entorno lleno de reglamentaciones y leyes confusas, con un alto grado de discrecionalidad, que deja en manos de los funcionarios el poder abrir una empresa, construir, cambiar de giro, vender, comprar y contratar.
Hace 22 años economistas, activistas y partidos de izquierda se oponían a la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Los argumentos eran muy parecidos a los que actualmente esgrime Trump. La izquierda mexicana decía que era asimétrico firmar un tratado con un país mucho más rico que nosotros, que nos iban a inundar de productos y causaría desempleo. Ahora Trump habla de que nos aprovechamos de Estados Unidos, es injusto el TLC y hemos generado desempleo en su país.
Si no avanzamos en éste sentido, no podremos aspirar a tener un sistema efectivo de rendición de cuentas que nos ayude a combatir la corrupción castigando los abusos de los Partidos en todos los niveles de gobierno. Sin ese sistema, tendremos que seguir soportando los atracos de una pandilla de delincuentes a quienes les gusta ostentarse pomposamente con el eufemístico nombre de “clase política”.
Andrés Manuel López Obrador es hoy el puntero en la carrera presidencial. Como en 2005 y 2011, se coloca en la delantera porque es el segundo político más conocido del país, al que ha recorrido en una campaña incesante que entra en su año décimo tercero (esto es, desde 2004). Será candidato por tercera vez, ahora con su propio partido político y bajo su control absoluto. Como en ocasiones anteriores, la cercanía de ese Palacio Nacional por el que sueña lo lleva a ensorbecerse y erigirse en el salvador que México tanto necesita. En lo político, ello generalmente lo lleva a insultar a los contrarios; en lo económico, a prometer dislates sin fin.
La inclusión de la figura del candidato independiente en la próxima votación para definir quien será el próximo presidente de la república, genera interrogantes.
Tendrá como primera consecuencia la fragmentación del voto durante las próximas elecciones y confusión en el ciudadano típico, que no podrá diferenciar la mejor opción dentro de tantas que se le ofrecerán.
Ahora que, pese a las negociaciones del TLC, existe la posibilidad de que el mismo llegue a su fin, conviene tener claro, con el fin de entender por qué cancelarlo sería un grave error, qué es el libre comercio, concepto que se usa cuando quienes comercian son personas de distinta nacionalidad, lo cual es, dicho sea de paso, total y absolutamente irrelevante.
Ahora que se negocia el Tratado de Libre Comercio, y que existe la posibilidad de que llegue a su fin, vale la pena tener claro qué es el libre comercio, para lo cual lo primero que hay que tener claro es qué es el comercio, cuál es su causa, y cuál es su consecuencia.
Hay varios partidos políticos definitivos en la vida del país, pero el único con un proceso abierto para elegir candidatos es el PAN. La institucionalidad, que implica una estructura estable y organizada, le permitió sobrevivir a divisiones internas, pero le impidió ganar elecciones.
Robert Lucas, profesor de la Universidad de Chicago, obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1995 por cimentar la teoría de las expectativas racionales, la cual señala que las acciones futuras de los agentes económicos: inversión, precios, tasas de interés, entre otras variables, son impactadas por lo que esperemos del futuro de la economía.
Es tan descabellada la propuesta de quitar financiamiento a los partidos políticos, que hasta podríamos suponer que es una excelente estrategia de imagen para estas instituciones políticas y el INE.
Es cierto que hay malestar social por las exorbitantes cantidades que se asignan a los partidos para su administración organizacional y las campañas. Todos pensamos que es demasiado.
Cuando Leonid llich Brejnev llegó al poder en la URSS, tuvo la idea de que el avance de la Revolución ya no se apoyara preferentemente en el proletariado –cuyo nivel de vida seguía mejorando en el mundo occidental- sino en la juventud estudiantil. En consecuencia, aceleró la formación de células marxistas en las universidades en todo el mundo.
Según esta táctica, los jóvenes serían punta de lanza revolucionaria, fáciles de convencer con los dogmas comunistas y además la militancia de cada estudiante arrastraría consigo la solidaridad de toda su familia. Además, la represión no sería tan inmediata y severa contra ellos como si se tratara de adultos proletarios. Por eso en la década de los 60´s se intensificó la formación de “cuadros” en las universidades, con líderes adiestrados en movilizaciones, enfrentamientos, propaganda y técnica de motín.
38 mil 900 millones de pesos será la cantidad de dinero que, según lo informó el presidente Peña Nieto, se necesitará para reconstruir lo destruido por los sismos del 7 y el 19 de septiembre, recursos adicionales a los millones de pesos (que no han sido pocos) que ya se han destinado a la ayuda humanitaria, esperando que hayan llegado a donde deben haber llegado.
Reconstruir lo destruido por los sismos del 7 y 19 de septiembre tendrá un costo de 38 mil 900 millones de pesos. ¿De dónde saldrá el dinero?
Dos son las preguntas que muchos se hacen. ¿Cuánto va a costar la reconstrucción de todo lo destruido por los sismos del 7 y 19 de septiembre? ¿De dónde va a salir el dinero para llevarla a cabo?
Según lo informó el presidente Peña Nieto el costo de la reconstrucción será de 38 mil 900 millones de pesos. ¿Mucho o poco? Veamos.
INE y partidos políticos, los grandes ganadores.
“El dinero es el juego de dados de los políticos”, decía el filósofo griego Diógenes. Y vaya que tenía razón. Vaya que si lo hemos palpado en México. Todos conocemos un hábito fuertemente arraigado: en época de elecciones, los gobiernos y sus partidos movilizan todos los recursos a su favor para atraer votos, para favorecer a sus candidatos. Por lo tanto, los presupuestos a nivel federal, estatal y municipal suelen estar fuertemente inflados; muestran un tinte marcadamente electoral.
El lado positivo de la tragedia del reciente sismo es que afloraron entre los mexicanos muchos valores: solidaridad, compasión, bondad y ayuda al prójimo. Esas virtudes de mexicanos anónimos, que escuchamos en la radio, vemos en la TV y leemos en la prensa, contrastan con las noticias previas al sismo, donde predominaban las de asesinatos y corrupción.
El terremoto ha puesto sobre la mesa el tema de los llamados recursos públicos, en general, y en particular la cuestión de los recursos multimillonarios que, con motivo de las campañas electorales, recibirán los partidos políticos el año entrante, recursos que, ésta ha sido la petición masiva en las redes sociales, deberían destinarse a la reconstrucción, con lo cual estoy de acuerdo.
La denuncia del Obispo de Cuernavaca Ramón Castro y Castro en contra del gobierno del Estado de Morelos por impedir que tres camiones que tenían como destino el centro de acopio ubicado en Cáritas, organización de la Iglesia Católica, ubicado en el Seminario, es de suma gravedad, pues significa la politización de la ayuda para los damnificados.
Esto implica que el gobierno estatal pretendía adjudicarse esa ayuda para tener el agradecimiento de los morelenses beneficiados con las despensas ante la proximidad del proceso electoral del 2018. Conclusión obvia. Por ello la FEPADE investiga el caso.