El triunfo del Bronco

Con participar, El Bronco ya ganó.

Confieso haberlo considerado comparsa en este periodo electoral. Incluso, pensar que con un acuerdo “en lo oscurito” sería parte de la estrategia del PRI, partido en el cual militó antes de su campaña por la gubernatura de Nuevo León, para desgastar a Andrés Manuel.

Es casi imposible que logre alcanzar la presidencia de la república. Sin embargo, el rol que él puede ejercer durante el próximo sexenio, puede ser protagónico.

Escuchar su historia de vida, muy bien articulada desde el punto de vista del marketing político, cuando relata que hasta muy adelantada su infancia, como parte de una familia del campo, descubrió que su madre no sabía leer ni escribir, pero su fuerza de voluntad lo impulsó a estudiar en la universidad, termina impactando y conectando con la gente de todos los niveles socioculturales y económicos como una historia inspiradora.

Al participar del evento “#recupera tu futuro”, organizado por la fundación Kybernus, que agrupa al día de hoy más de 2,000 jóvenes que están ejerciendo liderazgo, como parte de una iniciativa de Grupo Salinas, en el cual los cuatro candidatos recibieron las 50 propuestas que surgieron de una auscultación, mi percepción cambió respecto al Bronco.

Su insistencia en acusar el asesinato de su hijo en una persecución carretera y los intentos de secuestro que él vivió, lo presentan en dimensión de vulnerabilidad similar a la que vivimos y sentimos todos los mexicanos que no formamos parte de las élites de este país.

Su historia personal hace creíble su causa por México.

Su espíritu luchón, capaz de enfrentar todas las barreras y obstáculos, es la historia de millones de mexicanos que día a día batallan por la sobrevivencia y se podrán identificar con él.

Encontrar en ese perfil de mexicano un planteamiento en contra de los programas asistenciales que dan vida a la política mexicana, es una sorpresa. Es la visión de un norteño.

Propone crear oportunidades de verdad, que cambien la vida de la gente vulnerable y no regalar despensas o dinero para seguir administrando la pobreza como una reserva electoral,  para luego manipular las necesidades humanas a cambio del voto.

Seguramente la trayectoria del Bronco tiene sus “zonas oscuras” y cuestionables, pero en el mundo de hoy es imposible que surja un nuevo Francisco I. Madero, o algún líder visionario, idealista y honesto, pues se convertiría en un mártir como lo fue este admirado prócer.

La historia secreta de los grandes líderes que han cambiado al mundo así lo demuestra. No son seres perfectos. Martin Luther King tenía una amante, lo cual en esa sociedad puritana como lo era la norteamericana de hace 50 años, lo ponía en posición vulnerable que permitió que lo acosara y chantajeara la CIA y sólo su prematura muerte lo sacó del riesgo de ser nulificado como líder. Su asesinato lo convirtió en mártir, mito y leyenda.

Mahatma Gandhi sacrificó a su familia, a la cual nulificó y descuidó, para alcanzar la gloria terrenal. Los grandes líderes son mundanos, aunque proyecten un halo místico que los enfrenta a un destino sádico e implacable.

El Bronco tiene carisma personal, humor y simpatía que conecta. Su desenfado y ocurrencias muestran conocimiento del marketing político, para hacerse notar y ganar la atención de la prensa y así competir con efectividad en el espacio mediático.

Su visión de país es optimista, constructiva e inspiradora, a diferencia de “ya sabes quien” y puede ser muy incluyente. Representa al pueblo, pero no a quien se siente víctima, sino a quien quiere superarse y alcanzar calidad de vida y éxito.

El Bronco puede convertirse en el antagonista del próximo presidente de la república y en el líder opositor que genere contrapesos reales.

Para ser el verdadero líder que México necesita, El Bronco solo tiene dos retos: primero no traicionar los ideales que ha proyectado y están dando que hablar, así como no caer en la zona de confort que genera el poder. Además, ser selectivo en la conformación del equipo que le rodea. Debe mantener lejos a gente cuestionable moralmente.

Si lo cumple, habrá Bronco “para rato”.

¿Usted cómo lo ve?

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Ricardo Homs

Vicepresidente de la Academia Mexicana de la Comunicación, autor y conferenciante. Experto en liderazgo social, estrategias competitivas de negocios, marketing político y posicionamiento.