Guardia Nacional, ¿necesaria?, ¿civil o militar?
Una de las constantes en los países “emergentes” o subdesarrollados, es el abuso del concepto de “cambio”, que en las encuestas les presentan a los candidatos a puestos públicos como algo que quiere la mayoría de los votantes. Es lógico que ante gobiernos corruptos e ineficientes los ciudadanos quieran algo diferente, lo cual lleva a los políticos a prometer “cambios”, sean necesarios o no. Muchos de esos “cambios” son de fachada, de nombre y llevan al abandono de proyectos anteriores, positivos, por nuevos, costosos, innecesarios y sin ningún beneficio adicional. Un ejemplo es el cambio de nombre de Distrito Federal a Ciudad de México. Esa modificación innecesaria solo generó costos extras a empresas, dependencias, desperdicio de papel y confusión.