La trampa de los salarios
El salario del presidente López Obrador, de 108 mil pesos mensuales, se está convirtiendo en un dique que impide ejercer una política salarial eficiente y competitiva, que permita retener a los funcionarios cuyo perfil es de alta especialización.
Es muy fácil de resolver este problema, que solo requiere sentido común. Con duplicar el salario del presidente se podrá respetar la regulación salarial. El actual sueldo del presidente equivale al que percibe un ejecutivo de un rango medio en las empresas multinacionales y en las nacionales de gran tamaño.