Aclaraciones pertinentes
Una y otra vez escuchamos estas afirmaciones, preocupaciones, aparentemente, una de las características de la democracia: la preponderancia del ciudadano (que manda) sobre el gobernante (que obedece). Primera: “Nosotros, los ciudadanos, las pagas a los gobernantes, por lo que debemos comportar de manera honesta y eficaz”. Segunda: “Los gobernantes gastan nuestro dinero, por lo que debemos gastar de manera honesta y eficaz”, afirmaciones que, por más que se repitan, ¡y vaya que se repiten !, son falsas.