El fin de la economía es el consumo, la satisfacción de las necesidades. El medio es la producción de los de los satisfactores, bienes y servicios.
Para producir satisfactores se necesita de las inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos (para producir alguien debe trabajar), y generan ingresos (a quien trabaja se le paga), inversiones directas que requieren, para empezar, de instalaciones, maquinaria y equipo, lo que se conoce como Inversión Fija Bruta (IFB).
Para consumir bienes y servicios se necesita comprarlos, y eso se conoce como Consumo Privado (CP), que son las compras de bienes y servicios, de parte de las familias residentes en el país, excluyendo la adquisición de bienes inmuebles y bienes lujosos.
La economía empieza por la inversión directa (primero producir…), y termina por el consumo (…y luego consumir), y ya tenemos los datos del comportamiento de la IFB y del CP para octubre.
En términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior), en octubre la IFB decreció 13.7 por ciento. La mala noticia: decreció. La buena: menos que en septiembre, menos 17.8 por ciento. Reto: que se mantenga la tendencia hacia un decrecimiento menor.
En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior), en octubre la IFB creció 2.8 por ciento. La buena noticia: se recuperó el crecimiento. En septiembre decreció 2.6 por ciento.
En términos anuales, en octubre, el CP decreció 9.8 por ciento. La mala noticia: decreció. La buena: menos que en septiembre, menos 11.3 por ciento. Reto, el mismo que con la IFB: que se mantenga la tendencia hacia un decrecimiento menor.
En términos mensuales, en octubre, el CP creció 1.1 por ciento. La buena noticia: creció. La mala: menos que en septiembre, 2.2 por ciento.
Para darnos una idea del impacto que el Efecto 4T y el Efecto Covid 19 ha tenido sobre la economía tengamos en cuenta que el nivel de la IFB en octubre fue igual al que tuvimos en febrero de 2006 y el del CP igual al que alcanzamos en junio de 2005. De tal magnitud ha sido el retroceso y de tal tamaño es el reto, cuya primera etapa consiste en la recuperación de la IFB, para lo cual hay que recuperar la confianza de los empresarios, que anda por los suelos, para lo cual se requiere que el gobierno reconozca, y actúe en consecuencia, la importancia de las empresarialidad, de la empresa privada, de sus inversiones directas, en el progreso económico del país, algo que la 4T no reconoce. Me da la impresión de que, en el mejor de los casos, la 4T considera a la empresa privada un mal necesario que, como necesario, hay que permitir pero que, como mal, hay que limitar lo más posible. Prueba de ello, una entre muchas, su postura frente al outsourcing.
Confianza empresarial, la clave.
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