Todo apunta para que, antes de que termine el año, finalice la aprobación de la reforma tributaria de Trump que, entre otras cosas, reducirá el impuesto a las empresas del 35 al 20 por ciento, lo cual incrementará la competitividad tributaria de los Estados Unidos, haciéndolo un país más atractivo para las inversiones directas, que abren empresas, producen bienes y servicios, crean empleos y le permite, a quienes obtienen esos puestos de trabajo, generar ingresos.
Consideremos todo lo que depende de dichas inversiones -producción, empleos e ingresos-, que a su vez dependen de la competitividad del país, definida como la capacidad de una nación para atraer (que los capitalistas decidan invertir directamente en el país), retener (que los capitales ya invertidos directamente en el país se queden invertidos directamente en el país) y multiplicar (que las utilidades generadas por esas inversiones directas se reinviertan directamente en el país), inversiones directas, competitividad que depende, entre otras muchas variables, de los impuestos que se cobran a las empresas: ceteris paribus, a menos y/o menores impuestos más inversión directa, y viceversa: ceteris paribus, a mayores y/o más impuestos menos inversión directa, con las consecuencias, positivas en el primer caso, negativas en el segundo, sobre la producción, el empleo y el ingreso.
Aprobada la reforma tributaria de Trump el impuesto a las ganancias de las empresas en Estados Unidos será del 20 por ciento. ¿En México? Del 30, 50 por ciento mayor, lo cual resultará en un severo golpe a la competitividad tributaria de la economía mexicana, que ya deja mucho que desear.
Según el Índice Global de Competitividad 2017 – 2018, del Foro Económico Mundial, estos son los cinco factores que más dificultan invertir directamente en México: corrupción, con el 20.2 por ciento del total; delincuencia, 12.9; ineficiencia de la burocracia gubernamental, 12.1; tasas impositivas, 9.2, y regulaciones tributarias con el 7.5, baja competitividad tributaria que bajará aún más consecuencia de la reforma tributaria de Trump.
El gobierno mexicano, ¿se quedará (¿ya se quedó?) de brazos cruzados?
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal