¿De la desaceleración a la crisis?
La economía mexicana enfrenta una fuerte desaceleración, que afecta a la producción de bienes y servicios (que resulta menor), a la creación de empleos (que resulta menor) y a la generación de ingresos (que también resulta menor) y, por todo ello, al bienestar de las personas (que terminará resintiéndose), lo cual en un país con 49.5 millones de personas sobreviviendo en la pobreza, equivalentes al 44.4 por ciento de la población (véase la última medición del CONEVAL, correspondiente al 2018), resulta grave.