Restaurar la confianza

Hace un año, después del triunfo de AMLO, escribí esto: “El que haya sido un gran día para la democracia no es sinónimo de un buen futuro para los mexicanos. El que hayamos elegido democráticamente no quiere decir que hayamos elegido correctamente, sobre todo si existe la posibilidad de girar 180 grados y pasar de una economía basada en la empresa privada, la competencia y el libre comercio, a otra basada en la intervención gubernamental, los monopolios estatales y el proteccionismo, giro que muchos consideramos posible con AMLO. ¿Qué tan probable será?”

Hoy, un año después, la empresa privada sigue operando en el país (no ha habido expropiaciones ni se han propuesto), muchas de esas empresas están sujetas a la competencia, tanto nacional como extranjera (aunque AMLO quiere restaurar el monopolio de CFE y PEMEX en electricidad y petróleo, cancelando la reforma energética), y, sobre todo frente a las amenazas proteccionistas de Trump, AMLO está a favor del libre comercio (aunque pretende la autosuficiencia en ciertos alimentos y combustibles).

El principal problema creado por AMLO ha sido el golpe dado a la confianza de los empresarios, nacionales y extranjeros, quienes a partir de la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, a finales de octubre pasado, han dejado de invertir directamente en México, y allí está el comportamiento de la Inversión Fija Bruta, IFB, que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, para probarlo: en octubre creció 1.9 por ciento y en marzo, último mes para el que tenemos información, decreció 5.9.

Ese golpe a la confianza de los empresarios, traducido en la caída de la IFB, ocasionó un menor crecimiento de la economía, medido por el comportamiento del Producto Interno Bruto, que en el tercer trimestre de 2018, antes de la cancelación del NAICM, creció 0.7 por ciento, para decrecer 0.2 por ciento a lo largo del primer trimestre de 2019.

Cierto, no ha habido expropiaciones, muchas empresas están sujetas a la competencia, y el gobierno no ha impuesto medidas proteccionistas. Pero también es cierto que medidas que van, desde la cancelación del NAICM, pasando por la cancelación de licitaciones petroleras, hasta la apertura de procesos de arbitraje para la revisión de contratos para la construcción de gasoductos, han hecho de la mexicana una economía menos segura y confiable, lo cual se ha traducido en una preocupante caída en la IFB, con el resultado inevitable: decrecimiento de la economía, lo cual afecta la producción de bienes y servicios, la creación de empleos y la generación de ingresos.

Para enderezar el rumbo que está tomando la economía es indispensable restaurar la confianza de los empresarios, algo que la 4T no está dispuesta a hacer. ¡Grave error!

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter. @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .