Leemos, en el artículo 18 de la Ley del Banco de México, que el mismo “contará con una reserva de activos internacionales, que tendrá por objeto coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional mediante la compensación de desequilibrios entre los ingresos y egresos de divisas del país”. ¿Cómo se logra?
La depreciación del peso frente al dólar, el aumento del precio del dólar en términos de pesos, genera presiones inflacionarias, contrarias al objetivo del Banco de México que es, según lo establece el artículo 28 constitucional, “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, lo cual quiere decir, como leemos en la página del mismo banco, “mantener una inflación baja y estable”, del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, algo cuestionable porque un banco central no debe tener metas de inflación. (Con esa meta, en el siglo XXI, se ha acumulado en México una inflación de 135.33 por ciento).
La depreciación del peso frente al dólar aumenta, en términos de pesos, el precio de las importaciones, desde bienes para el consumo hasta recursos para la producción, generando presiones inflacionarias que no deben ocasionar un repunte en la inflación. ¿Cómo puede el Banco de México conseguirlo? Evitando la depreciación del peso frente al dólar. ¿Cómo? Aumentando la oferta de dólares en el mercado cambiario, reconociendo que la depreciación se debe, o al incremento en la demanda de dólares, o al decremento en su oferta, o al incremento en su demanda y decremento en su oferta, aumento en la oferta de dólares que se da, no cada vez que el tipo de cambio peso – dólar aumenta, sino cuando la Comisión de Cambios, encargada de decidir estos asuntos, considera que debe proveerse liquidez de dólares al mercado cambiario para que éste, cuando los comisionados consideran que la depreciación del peso frente al dólar resulta anormal, pueda operar ordenadamente.
Para compensar los desequilibrios anormales entre la oferta y la demanda de dólares, y garantizar la operación ordenada del mercado cambiario, según la Ley del Banco de México, es para lo que deben usarse las reservas de dólares del banco central, evitando, consecuencia de la depreciación anormal del peso frente al dólar, presiones inflacionarias anormales, que “empujan” la inflación por arriba de la meta del tres por ciento, presiones inflacionarias anormales que no siempre provienen de la depreciación anormal de nuestra moneda frente a la divisa estadounidense. En julio la inflación fue 5.81 por ciento, por arriba de la meta de inflación y hasta julio el peso se había apreciado 0.32 por ciento frente al dólar.
Las reservas no deben utilizarse para pagar deuda externa del gobierno. La ley es muy clara y, mientras no se modifique, debe respetarse.
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