Recesión

¿Por qué es importante que la economía crezca lo más posible? Porque el problema económico de fondo es la escasez: no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quiere, y mucho menos gratis. Una de las condiciones que deben cumplirse para minimizar la escasez es que se produzca lo más posible, producción de bienes y servicios que es la variable con la que se mide el crecimiento económico.

Con relación a la producción de satisfactores dos son las posibilidades: que crezca o que decrezca, y en cada una de ellas hay, a su vez, tres posibilidades: que el crecimiento sea igual, que aumente o que disminuya; que el decrecimiento sea igual, que aumente o que disminuya. Lo mejor es que el crecimiento sea cada vez mayor, lo cual obviamente tiene un límite. La peor que el decrecimiento sea cada vez mayor, lo cual también tiene un límite.

En materia de crecimiento, como lo he analizado, el primer trimestre del año fue pésimo. Si durante el primer trimestre de 2018 la economía creció  2.3 por ciento, crecimiento mediocre, a lo largo del primer trimestre de 2019 creció solamente 0.2 por ciento, crecimiento preocupante, sobre todo porque el gobierno no reacciona. Al contrario: AMLO afirmó, cuando se le cuestionó al respecto, que vamos “requetebién”.

Por lo pronto ya hay quienes hablan de recesión. ¿Está la economía mexicana en recesión? Todo depende de la definición. Si por recesión entendemos, como por lo general se entiende, dos trimestre consecutivos con decrecimiento del la producción, y si consideramos al PIB, la economía mexicana, pese a lo pésimos resultados del primer trimestre, (¿todavía?) no está en recesión. ¿Pero qué pasa si consideramos la producción industrial? Veámoslo.

Durante el primer trimestre de 2018 la actividad industrial creció, en promedio mensual, menos 0.03 por ciento. Un año después, a lo lago del primer trimestre de 2019, creció, también en promedio mensual, menos 1.67 por ciento. En ambos casos hubo decrecimiento, pero mayor en 2019.

A lo largo del último trimestre de 2018, en promedio mensual, la actividad industrial decreció 1.07 por ciento. Un trimestre después, entre enero marzo pasados, decreció 1.67 por ciento, lo cual nos permite hablar de recesión en el sector industrial, ya que sumamos dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo, malo, y cada vez mayor, peor.

De las seis posibilidades en materia de crecimiento, la actividad industrial se encuentra en la peor de todas: decrece cada vez más. Esta condición, que afecta a las actividades secundarias (industria), ¿llegará a darse en el resto de las actividades económicas, desde las primarias (agricultura, ganadería, silvicultora, pesca, etc.) hasta las terciaras (servicios, desde financieros hasta hospitalarios)?

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .