Si algo quedó claro gracias al discurso de toma de posesión AMLO, es que, en su visión, la principal causa de todos nuestros males, desde el bajo crecimiento de la economía hasta la corrupción, y una larga lista intermedia de males, es el neoliberalismo, que él ubica entre 1983 y 2018, año en el cual, con su llegada la presidencia, se iniciará su abolición.
Siempre he sostenido que, más que neoliberalismo de principio, lo que hemos tenido, sobre todo a partir del sexenio de Salinas de Gortari, ha sido un pragmatismo liberalizante, algo muy distinto, sobre todo si por neoliberalismo de principio entendemos el sistema económico basado en el pleno reconocimiento, la definición puntual, y la garantía jurídica, de los derechos de los agentes económicos a la libertad individual y la propiedad privada. Libertad individual para producir, ofrecer y vender. Propiedad privada sobre los medios de producción, oferta y venta. En pocas palabas: libertad individual para trabajar, propiedad privada sobre los medios para trabajar. Sin la segunda la primera no es posible.
¿Cómo andamos en México en materia de libertad y propiedad, en materia de neoliberalismo?
Según el Índice de Libertad Económica 2018, de la Fundación Heritage, en la materia México ocupa, entre 170 naciones, el lugar 63, con una calificación de 6.5 sobre 10, lo cual lo posiciona como un país moderadamente libre. La buena noticia: estamos lejos de los últimos lugares. La mala: igualmente lejos estamos de los primeros. La buena noticia: pasamos. La mala: de panzazo.
Conforme al Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2018, de la Alianza por los Derechos de Propiedad, México ocupa, entre 125 países, la posición 72, con una calificación de 5.2 sobre 10. La historia vuelve a ser la misma. Buena noticia: estamos lejos de los últimos lugares. Mala noticia: igualmente lejos estamos de los primeros. Pésima noticia: reprobamos.
Si en materia de libertad México obtiene una calificación de 6.3; si en lo referente a la propiedad la calificación es 5.2; y si por neoliberalismo entendemos un arreglo institucional (sobre todo normas jurídicas), que reconoce plenamente, define puntualmente y garantiza jurídicamente la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y la propiedad privada sobre los medios necesarios para producir, ofrecer y vender, ¿podemos afirmar que en México ha habido neoliberalismo, verdadero neoliberalismo?
Al margen de lo anterior. Si en el artículo 25 constitucional se dice que “corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional”, y que “el Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional”, lo cual supone planear, conducir, coordinar y orientará la actividad económica de los particulares, ¿podemos afirmar, teniendo idea de lo que hablamos, que en México hay neoliberalismo, y que el mismo es la causa de nuestros males?
¡Piénsenle!
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