Escribí, en el artículo anterior: “Por lo general a la recesión se la define como dos o más trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Según el promedio de las 42 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta (de abril) a los economistas del sector privado, éste podría ser el crecimiento trimestral en 2025. Primer trimestre: 0.37%. Segundo: menos 0.29%. Tercero: menos 0.21%. Cuarto: 0.50%. Podríamos tener dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Podríamos tener una recesión”.
También escribí que “de seguir las cosas como van en materia de confianza empresarial para invertir directamente (y van muy mal), para producir bienes y servicios (variable con la que se mide el crecimiento de la economía), y para crear empleos y generar ingresos (variables que determinan el bienestar), lo más probable es que sí tengamos una recesión”.
También apunté que “en abril de 2024, en escala de cero (total desconfianza), a cien (confianza total), según el Indicador de Confianza Empresarial del INEGI, la confianza promedio de los empresarios de la manufactura, la construcción, el comercio y los servicios privados no financieros, fue de 40.6 puntos (baja). Un año después, en abril pasado, fue de 29.0 puntos (bajísima)”.
Ya tenemos, con los datos de febrero, el comportamiento de las inversiones en instalaciones, maquinaria y equipo, que son parte importante de las inversiones directas, por lo que el comportamiento de las primeras es un buen indicador del comportamiento de las segundas. ¿Cómo nos fue?
En términos anuales (comparando cada mes con el mismo mes del año anterior), en febrero de 2024 las inversiones en instalaciones, maquinaria y equipo crecieron 10.6%. Un año después, en febrero de 2025, decrecieron 6.0%, sumando seis meses consecutivos de crecimiento negativo: septiembre, 2.2%; octubre, 4.5%; noviembre, 1.1%; diciembre, 4.4%; enero, 6.2%; febrero, 6.0%. El crecimiento promedio mensual de dichas inversiones, en el primer bimestre de 2024, fue 11.7%. En el primer bimestre de 2025 fue menos 6.1%.
En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior), en febrero de 2024 las inversiones en instalaciones, maquinaria y equipo crecieron 0.0%. En febrero de 2025, un año después, crecieron 0.1%, con lo cual se rompió una racha de dos meses consecutivos de crecimiento negativo: diciembre, 2.8%; enero, 1.6%. El crecimiento promedio mensual de dichas inversiones, en el primer bimestre de 2024, fue 0.1%. En el primer bimestre de 2025 fue menos 0.75%.
Las inversiones directas dependen de la confianza de los empresarios para llevarlas a cabo. En escala de cero a cien, durante el primer bimestre de 2024, dicha confianza fue, en promedio mensual, de 41.7 puntos y la inversión en instalaciones, maquinaria y equipo creció, en promedio mensual, en términos anuales, 11.7%. A lo largo del primer bimestre de 2025 la confianza bajó a 32.4 puntos y la inversión decreció 6.1%. Durante el segundo bimestre de 2025 la confianza empresarial para invertir directamente fue, en promedio mensual, de 29.4 puntos, menor que la del primer bimestre. ¿Cómo afectó ello el comportamiento de las inversiones? Lo sabremos, para marzo, el 4 de junio, y, para abril, el 3 de julio, cuando el INEGI publique la información correspondiente.
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