Hay quienes opinan que la estanflación (estancamiento económico con alta inflación), es evidente en México, lo cual depende de qué se entienda por estancamiento y alta inflación, no habiendo una sola definición.
Estancamiento, cuando del crecimiento de la economía se trata, que se mide por el comportamiento de la producción, no quiere decir, necesariamente, o menor crecimiento, o crecimiento cero, o crecimiento negativo, sino no mayor crecimiento. No quiere decir, de manera necesaria, retroceso sino no avance. Por ejemplo: que se sumen varios trimestres con una tasa de crecimiento X, por debajo de la tasa de crecimiento potencial de la economía (el que alcanzaría si se actualizaran todas sus potencias) u, otra posibilidad, por debajo del promedio de los últimos años (habría que definir cuántos).
Por alta inflación habría que entender, entre otras posibilidades, cualquiera por arriba de la meta fijada por la autoridad monetaria, que en el caso de México es tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la máxima inflación aceptable es cuatro por ciento. Cualquier inflación por arriba del cuatro sería alta.
Definidos así estancamiento y alta inflación, ¿hay estanflación en México?
Tomemos como punto de partida 2021, año en el cual la economía creció (estimación) 5.6 por ciento y la inflación (dato observado) fue 7.4, año que, comparado con 2020, fue de mayor crecimiento (menos 8.5 en 2020), y de repunte en la inflación (3.2 en 2020).
Para 2022 (según la media de las respuestas de la última encuesta del Banco de México sobre las expectativas de los economistas del sector privado), se espera que la economía crezca 2.8 por ciento, menos que en 2021 (5.6 según la estimación), y que la inflación sea 4.2 por ciento, menor que la de 2021 (7.4 según la cifra observada), y por arriba de la meta (máximo cuatro por ciento).
Para 2023 (según los resultados de la mentada encuestada), se espera que la economía crezca 2.2 por ciento, menos que en 2022 (2.8 según la expectativa), y que la inflación sea 3.7 por ciento, menor que la de 2022 (4.2 según la expectativa), y ya dentro de los límites de la meta del Banco de México (no mayor a cuatro).
Lo malo para 2022: se espera menor crecimiento que en 2021 (crecimiento relativamente elevado que se debió al Efecto Rebote). Lo bueno: se espera una menor inflación que en 2021.
Lo malo para 2023: se espera menor crecimiento que en 2022. Lo bueno: se espera menos inflación que en 2022.
Si para 2022 se espera una inflación (4.2) por arriba de la meta (4.0), pero menor que la de 2021 (7.4), y si también se espera un crecimiento (2.8) menor que el de 2021 (5.6), pero por arriba del promedio del siglo XXI (2.0), ¿podemos hablar de estanflación?
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