Empobrecimiento

El Premio Nobel de Economía 2019 de le otorgó a Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer por haber desarrollado métodos empíricos para medir la eficacia de las políticas públicas destinadas a aliviar la pobreza, con la intención de responder dos preguntas: ¿cuáles funcionan? y, más importante, ¿por qué funcionan?

“Nuestra meta – lo dijo Duflo – es asegurarnos que la lucha contra la pobreza se base en evidencia científica. Con frecuencia los pobres se  ven caricaturizados e inclusive aquellos que tratan de ayudarlos no entienden las profundas raíces que los hacen pobres. Nosotros tratamos de analizar los problemas de la manera más científica posible”, lo cual quiere decir, entre otras cosas, pero de manera principal, descubrir las causas de los efectos, en este caso descubrir las causas de la pobreza, aproximación equivocada al tema por una razón muy sencilla: la pobreza no tiene causas. Lo que sí las tiene es la riqueza.

La pobreza es la condición original del ser humano en este planeta, y la historia de la humanidad ha sido, en buena medida, la historia del progreso económico, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente, camino por el cual hemos avanzado un buen trecho, con algunos retrocesos durante el trayecto, mismos que han dado como resultado el empobrecimiento que, a diferencia de la pobreza, sobre todo la original, sí tiene causas.

Para entender lo anterior hay que tener en cuenta que la riqueza consiste en los bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades, mismos que tienen que producirse, para lo cual deben cumplirse ciertas condiciones, entre las que destacan la libertad individual para producir y la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder hacerlo. Allí donde se limitan o eliminan la libertad y la propiedad la producción de riqueza disminuye y el resultado es el empobrecimiento, tal y como sucede en los países comunistas, siendo Venezuela el ejemplo el más reciente y Cuba el paradigmático.

La pobreza, por ser la condición original del ser humano en este mundo, no tiene causas. La riqueza, entendida como los bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades, sí las tiene, y son la libertad individual y la propiedad privada. El empobreciendo, entendido como un retroceso una vez alcanzado un determinado grado de riqueza (de producción de satisfactores), también tiene causas que van, desde desastres naturales, pasando por guerras, hasta malas políticas económicas, debiendo evitarse estas últimas, contando con una ventaja para ello: ya sabemos, empírica y teóricamente, cuáles son.

De todas las causas del empobreciendo las más peligrosas, por su enorme poder destructivo, son las malas políticas económicas.

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .