El desempeño de la economía debe medirse a nivel de la economía familiar, y a ese nivel las variables que importan son: empleo, ingreso, poder adquisitivo, y compra de bienes y servicios.
El bienestar de las familias depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen para satisfacer sus necesidades, lo cual depende del empleo, el ingreso y el poder adquisitivo del dinero.
Lo ideal es que el poder adquisitivo del dinero aumente, que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, pueda comprarse una mayor cantidad de los mismos bienes y servicios. Que el ingreso sea suficiente para poder satisfacer correctamente las necesidades básicas, que son aquellas que, de quedar insatisfechas, atentan contra la salud y la vida de las personas. Que todo aquel que quiera trabajar consiga empleo, del cual dependerá el ingreso y, por ello, la compra y disposición de bienes y servicios para satisfacer las necesidades, es decir, el bienestar.
El reto en materia de empleo es que sea productivo, siendo productivos los trabajos por los cuales alguien está dispuesto a pagar una remuneración. Una cosa es que Pedro, dueño de un jardín, esté dispuesto a pagarle a Juan, jardinero, para que corte el pasto, arregle las plantas y cuide las flores, y otra muy distinta que el gobierno, con dinero de los impuestos, extraído coactivamente del bolsillo de los contribuyentes, esté dispuesto a pagarle a Pablo para que, con el fin de que tenga trabajo, destape y tape hoyos. El trabajo de Juan, por el cual Pedro está dispuesto a pagar, es productivo. El de Pablo, por el cual nadie estaría dispuesto a pagar, no lo es. ¿Usted, lector, estaría dispuesto a pagarle a alguien algo para que tape y destape hoyos, trabajo que no produce ningún bien o servicio para nadie?
Son productivos los trabajos que producen bienes y servicios, con los cuales alguien satisface sus necesidades, por los cuales alguien está dispuesto a pagar un precio. Se paga, no por el trabajo realizado, sino por el bien o servicio producido por ese trabajo, considerado como productivo por quienes adquieren esos bienes y servicios que les reportan utilidad.
Cuando el gobierno dice que a va a crear empleos debemos preguntarnos si esos trabajos serán productivos, si producirán bienes o servicios que los consumidores estarán dispuestos a comprar, si contribuirán a aumentar el bienestar de la gente, si incrementarán la cantidad, calidad y variedad de los satisfactores a disposición de los consumidores.
¿Qué tan productivos son lo empleos que ha creado, y pretende crear, el gobierno? Si no lo son, entonces, las personas a quienes les paga, más que trabajadores son mantenidos, lo cual, de entrada, va contra la dignidad de las personas.
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