El IGAE es el Indicador Global de la Actividad Económica, que mide el comportamiento de la producción de bienes y servicios para el consumo final (igual que lo hace el PIB, pero éste de manera trimestral y el IGAE mensual), producción de satisfactores con la que se mide el crecimiento de la economía, de tal manera que, si decimos que la economía creció X por ciento, lo que creció X por ciento fue la producción de bienes y servicios para el consumo final, producción, y por lo tanto crecimiento, relacionada con la creación de empleos (para producir alguien debe trabajar), y con la generación de ingresos (a quien trabaja se le paga), empleos e ingresos que determinan, en buena medida, el bienestar de las personas.
Ya tenemos, proporcionado por el INEGI, el IGAE para febrero. Estos son los principales resultados.
En términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, en enero la producción creció 0.60 por ciento. En febrero creció 0.10, fuerte caída en la tasa de crecimiento.
En términos mensuales el crecimiento promedio del primer bimestre del año fue 0.35 por ciento (0.60 en enero y 0.10 en febrero). Un bimestre antes, noviembre y diciembre de 2022, fue 0.00 por ciento (menos 0.40 en noviembre y 0.40 en diciembre). Un año antes, enero y febrero de 2022, fue 0.05 por ciento (0.10 en enero y 0.00 en febrero). En ambos casos el resultado del primer bimestre de 2023 fue mejor.
En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en enero la producción creció 3.70 por ciento. En febrero creció 3.90, dos décimas de punto porcentual más que en febrero.
En términos anuales el crecimiento promedio del primer bimestre del año fue 3.80 por ciento (3.70 en enero y 3.90 en febrero). Un bimestre antes, noviembre y diciembre de 2022, fue 3.35 por ciento (3.60 en noviembre y 3.10 en diciembre). Un año antes, enero y febrero de 2022, fue 2.25 por ciento (1.70 en enero y 2.80 en febrero). En ambos casos el resultado del primer bimestre de 2023 fue mejor.
La mejor noticia es el crecimiento, en términos anuales, del 3.90 por ciento en febrero, 5.41 por ciento mayor que el de enero (3.70 por ciento). La peor el crecimiento, en términos mensuales, del 0.10 por ciento en febrero, 83.33 por ciento menor que el de enero (0.60 por ciento). ¿Cuál de los dos resultados responde mejor la pregunta cómo va la economía mexicana? La comparación mensual, que muestra una fuerte caída en la tasa de crecimiento de la producción (del 0.60 en enero al 0.10 en febrero).
Según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, IOAE, que es la estimación del IGAE, en marzo la producción, en términos mensuales, habría crecido 0.10 por ciento (lo mismo que en febrero: bueno que no decreció más, malo que no creció más) y, en términos anuales, el crecimiento habría sido 3.80 por ciento (una décima de punto porcentual menos que en febrero: malo que no logró, por lo menos, mantener el crecimiento del 3.90).
En febrero el nivel del IGAE fue un máximo histórico, lo cual quiere decir que nunca antes se había producido tanto en el país, pero ese máximo histórico resultó solo 0.44 por ciento mayor que el máximo histórico alcanzado antes de la recesión, en septiembre de 2018, lo cual quiere decir que, prácticamente, ya recuperamos el nivel que habíamos alcanzado antes de la recesión, que en materia de crecimiento nos costó 51 meses.
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