AMLO ha expresado su intención de crear una cuenca lechera en la zona de Los Ríos, en Tabasco y Chiapas, argumentando que la leche es fundamentalmente agua, abundante en la zona de Los Ríos y escasa en la zona de La Laguna, en Coahuila y Durango, por lo cual afirmó que “ya no se puede seguir produciendo la leche en La Laguna”, clara muestra del dirigismo económico que está poniendo en marcha y que no conducirá a nada bueno, como a nada bueno condujo en el pasado.
¿Qué tiene que hacer el gobierno decidiendo qué producir, cómo producirlo y dónde producirlo, muchas veces por intereses políticos y/o sociales y no por conveniencia económica? Esas decisiones las deben tomar los empresarios, a partir de consideraciones estrictamente económicas, que incluyan desde los costos hasta los precios, y por lo tanto las ganancias.
Muchas veces el dirigismo económico, ejercido por el gobierno, es consecuencia del voluntarismo del gobernante, de la creencia de que basta que él lo quiera para que sea lo correcto y lo posible. De ser cierta tal creencia el gobernante sería omnipotente. Podría modificar la realidad a su antojo. Podría crear el mundo de su elección. Todos los ciudadanos seríamos títeres a su disposición. Él sería el titiritero.
El primer obstáculo que enfrenta el dirigismo económico es la realidad económica, que difícilmente se somete a la voluntad del gobernante, realidad económica que muchas veces depende, de entrada, de condiciones naturales. Por ejemplo: Noruega no es un buen lugar para cultivar café, pero sí para extraer petróleo, de la misma manera que Etiopía no es un buen lugar para extraer petróleo, pero sí para producir café, todo ello debido a la naturaleza, que a duras penas se doblega a la voluntad del gobernante.
El gobierno no debe tomar decisiones propias de empresarios (¿qué producir?, ¿cómo producirlo?, ¿dónde producirlo?), sino crear las condiciones correctas para que los empresarios desempeñen su tarea (producir, ofrecer y vender bienes y servicios) de la mejor manera posible, condiciones correctas que consisten, no en el otorgamiento de privilegios (desde subsidios, pasando por concesiones, hasta protecciones), sino en el respeto a la libertad individual para emprender, y a la propiedad privada sobre los medios de producción, sin los cuales no se puede emprender.
La intención de AMLO, ¿es correcta? Un dato: en la zona de La Laguna una vaca proporciona 40 litros de leche diarios; en la zona de Los Ríos, por razones climatológicas (naturales), proporciona solamente cinco, 87.5 por ciento menos. ¿Cuánto habría que invertir para conseguir en Los Ríos, a un costo mucho mayor, lo que ya se consigue, en La Laguna, a un costo mucho menor? ¿Tiene sentido?
¡Cuidado con el dirigismo económico!
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