¿Qué perdimos realmente al cancelar el aeropuerto en Texcoco?
En 2018, México fue testigo de una de las decisiones más polémicas en materia de infraestructura moderna: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco. Esta acción, impulsada por una consulta ciudadana cuestionada por su falta de rigor, dio paso a un nuevo proyecto: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía.
Siete años después, los datos están sobre la mesa. Es hora de evaluar si la decisión fue acertada o si, por el contrario, significó una pérdida histórica para el país. En el Centro de Investigaciones Sobre la Libre Empresa (CISLE) hemos publicado un análisis, respaldado por fuentes técnicas y financieras confiables, que ya puedes descargar de forma gratuita en formato PDF.
Este artículo presenta los hallazgos más relevantes del documento y te invita a reflexionar sobre cómo las decisiones políticas pueden tener consecuencias duraderas en la economía nacional.
Un poco de historia: ¿Cómo surgió el NAIM?
El aeropuerto de Texcoco fue presentado en 2014 como una de las obras de infraestructura más ambiciosas de América Latina. Diseñado por el arquitecto Norman Foster, el proyecto contemplaba un sistema de operación con tres pistas simultáneas, una capacidad superior a 125 millones de pasajeros anuales, y una proyección de vida útil de más de 45 años.
Para finales de 2018, la obra ya contaba con un 30% de avance en su terminal y un 50% en pistas. Sin embargo, el nuevo gobierno decidió someter su continuidad a una consulta ciudadana en la que el 69.9% de los votantes optaron por cancelarlo, a pesar de no existir estudios técnicos que avalaran dicha decisión.
El argumento del “costo”: ¿Mito o realidad?
Uno de los principales motivos que se esgrimieron para cancelar Texcoco fue su supuesto alto costo. Pero los datos cuentan otra historia.
¿Cuánto costó cancelar el NAIM?
- 225,000 millones de pesos: fue el costo estimado de cancelar Texcoco, incluyendo indemnizaciones, recompra de bonos y pagos a contratistas.
- El aeropuerto se pudo haber terminado con 285,000 millones, y existía la posibilidad de concesionar su operación a la iniciativa privada, lo cual habría representado un costo cero para el gobierno.
¿Y cuánto costó construir el AIFA?
- El proyecto de Santa Lucía se presupuestó originalmente en 68,000 millones de pesos.
- Para 2023, el costo total ya superaba los 104,000 millones, sin incluir ampliaciones, obras complementarias ni el mantenimiento de los otros dos aeropuertos: AICM y Toluca.
El resultado es claro: cancelar una obra avanzada y viable no fue más barato. Fue un error costoso, pagado con recursos públicos que pudieron haberse destinado a salud, educación o infraestructura social.
Una lección que no podemos repetir
El caso Texcoco-Santa Lucía debe ser analizado con responsabilidad. No se trata de partidos, ideologías o simpatías. Se trata de entender que las obras públicas estratégicas no pueden depender de encuestas, consultas improvisadas o cálculos electorales.
México necesita infraestructura planeada a largo plazo, con criterios técnicos sólidos y visión de futuro. Hoy más que nunca, se vuelve urgente impulsar un modelo de gobierno limitado, libre empresa y respeto al Estado de Derecho, que permita tomar decisiones basadas en evidencia, no en emociones.
Descarga el documento completo
Este artículo es un resumen del análisis elaborado por el CISLE (Centro de Investigaciones Sobre la Libre Empresa), disponible ya en formato PDF gratuito.
➡️ Descárgalo aquí: De Texcoco a Santa Lucía
Síguenos para más análisis como este
Si quieres entender la economía de forma clara y con datos, te invitamos a seguirnos:
🔹 Facebook: CISLE
🔹 Instagram: @cisle_mx
🔹 X (antes Twitter): @CisleAC