Es un lugar común afirmar que para combatir la pobreza se requiere del crecimiento de la economía, y que a mayor crecimiento menor pobreza, lo cual no es cierto.
La pobreza consiste en la incapacidad del pobre para, gracias al trabajo propio, generar ingreso suficiente que le permita satisfacer correctamente sus necesidades básicas, aquellas que, de quedar insatisfechas, atentan contra la salud y la vida.
El crecimiento de la economía se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios para el consumo final, el Producto Interno Bruto, crecimiento en la producción de satisfactores que, de ninguna manera, reduce la pobreza.
Si en una economía se multiplica por dos, por tres, por cuatro, por cinco la producción de bienes y servicios no se reduce el número de pobres. Lo segundo no depende de lo primero, y sin embargo se repite una y otra vez: para combatir la pobreza se requiere del crecimiento de la economía, y a mayor crecimiento menor pobreza.
Tanto el crecimiento de la economía, que se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, como la reducción de la pobreza, dependen de la misma variable: la inversión directa, ID, que es la que produce bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, y además crea empleos y genera ingresos, condiciones necesarias para que se reduzca la pobreza, de tal manera que la afirmación correcta es esta: para combatir la pobreza se necesita, a manera de condición necesaria, de la ID, pero no porque de ella dependa la producción de bienes y servicios, sino porque de ella dependen la creación de empleo y la generación del ingreso.
Para combatir la pobreza se necesita, a manera de condición necesaria, más no suficiente, de la ID que crea empleos, y por ello demanda de trabajadores, empleos para los cuales la gente debe estar capacitada, lo cual nos lleva al tema del capital humano. Capital es todo aquello que le permite al ser humano producir. Capital humano es el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permiten a la persona producir más y mejor, capital humano que es complemento del capital físico, compuesto por las instalaciones, la maquinaria, el equipo, la materia prima, y todo aquello que, además del trabajo humano, se utiliza en la producción de bienes y servicios, en la cual intervienen personas y cosas.
Si directamente se invierte más en el país aumenta la producción, el empleo y el ingreso, y gracias a estos últimos (empleos e ingresos) existe la posibilidad, si la gente puede aportar el capital humano necesario para complementar al capital físico, de reducir la pobreza gracias al trabajo productivo, única manera verdadera de reducirla.
En el combate a la pobreza de la ID lo que importa no es la producción de bienes y servicios, y por lo tanto el crecimiento de la economía, sino la creación de empleos y la generación de ingresos.
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