A un año de la elección, a partir de la cual AMLO comenzó a ejercer el poder, ¿cuál ha sido el comportamiento de la economía? Para responder podemos analizar su estabilidad y dinamismo, lo cual nos da una buena imagen de sus condiciones generales, estabilidad que tiene que ver con el comportamiento de los precios (de bienes y servicios, de acciones, del crédito, del tipo de cambio), dinamismo que está relacionado con la producción (Producto Interno Bruto, Indicador Global de la Actividad Económica).
Comienzo por la estabilidad.
En junio de 2018 la inflación fue 4.65 por ciento. Durante la primera quincena de junio pasado fue 4.00 por ciento, lo cual dio como resultado una menor pérdida en el poder adquisitivo del dinero, que se debe, no al gobierno, sino al Banco de México.
En los últimos doce meses la Bolsa Mexicana de Valores (precio de las acciones) perdió 9.44 por ciento. La tasa de interés (precio del crédito, Cetes a 28 días) pasó de 7.70 a 8.18 por ciento, lo cual dio como resultado un aumento de 48 centésimas de punto, equivalente al 6.23 por ciento. Por su parte el tipo de cambio (precio del dólar, Fix) bajó de 19.69 a 19.21, lo cual significó una apreciación del peso frente al dólar de 2.45 por ciento, misma que AMLO señala como muestra de la estabilidad y la confianza de los inversionistas, que no es más que el interés de aprovechar, comparada con otras opciones, las elevadas tasas de interés que se pagan en México, lo cual atrae capitales que se invierten financieramente.
Continúo con el dinamismo.
En junio del año pasado la actividad económica creció en términos anuales, según el Indicador Global de la Actividad Económica, 1.6 por ciento. En abril pasado, último mes para el que tenemos información, creció solamente 0.3 por ciento. Durante el segundo trimestre del 2018 la producción de bienes y servicios, Producto Interno Bruto, creció en términos anuales 2.6 por ciento. A lo largo del primer trimestre de este año (los datos para el segundo los conoceremos el 31 de julio), el crecimiento fue 1.2 por ciento. En ambos casos menor crecimiento.
¿Hasta qué punto podemos afirmar, dado el comportamiento de la bolsa de valores (pérdida del 9.44 por ciento) y de la tasa de interés (aumento del 6.23 por ciento) que la economía ha mantenido la estabilidad? ¿Basta la reducción en la inflación y la apreciación del tipo de cambio para afirmarlo?
En materia de dinamismo no hay duda: en el último año la economía se ha aletargado, y todas las proyecciones apuntan hacia una desaceleración mayor. El menor dinamismo, cuya principal causa es la caída en la inversión directa y cuyo efecto es una menor producción de bienes y servicios, es el talón de Aquiles del actual gobierno. Dentro de un año, ¿cuál será el resultado del análisis?
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