¿Por qué es importante el crecimiento de la economía? Por todo lo que depende de él.
El crecimiento se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios para el consumo final, el Producto Interno Bruto, PIB, bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades, producción relacionada, dado que para producir alguien debe trabajar, con la creación de empleos y, dado que a quien trabaja se le paga por hacerlo, con la generación de ingresos, empleos e ingresos que determinan, en buena medida, el bienestar de las personas, que debe ser el resultado, no de las dádivas otorgadas por el gobierno (redistribución gubernamental del ingreso), sino del trabajo propio (generación personal de ingreso). Al bienestar se llega a través del crecimiento.
Ya tenemos la Estimación Oportuna del PIB para el cuarto trimestre de 2022 y, por ello, para todo el año. La cifra definitiva la conoceremos el 24 de febrero.
En 2018, antes de la 4T, la economía creció 2.22 por ciento. En 2019, año en el que inició la recesión, decreció 0.28. En 2020, año en el que se agravó la recesión, decreció 8.50. En 2021, año del efecto rebote, creció 4.80. En 2022, año del agotamiento del efecto rebote, el crecimiento fue 3.00 por ciento, por arriba del promedio registrado entre 1982 (año en el que perdimos el crecimiento elevado y sostenido: entre 1935 y 1981 el crecimiento promedio anual de la economía mexicana fue 6.17 por ciento; entre 1982 y 2021 fue 2.07 por ciento) y 2021 (año en el cual ni remotamente lo habíamos recuperado), y que fue 2.07 por ciento. Lo mínimo aceptable es un crecimiento por arriba del promedio.
Las actividades primarias (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, aprovechamiento forestal), que aportan el 3.8 por ciento del PIB, crecieron 2.8 por ciento. Las secundarias (industrias), que aportan el 34.2, crecieron 3.2. Las terciarias (servicios), que aportan el 62.0, crecieron 2.7.
En términos anuales, comparando con el mismo trimestre del año anterior, en el primer trimestre de 2022 el crecimiento fue 1.8 por ciento; en el segundo 2.4; en el tercero 4.3; en el cuarto 3.5 por ciento. Después de dos trimestres con mayor crecimiento la tendencia se revirtió en el cuarto.
Primeras conclusiones: (i) en 2022 el crecimiento fue 37.50 por ciento menor que en 2021 (año en el que se dio el efecto rebote, hecho que hay que tomar en cuenta); (ii) en el cuarto trimestre de 2022 el crecimiento fue 18.60 por ciento menor que en el tercero.
Para 2023 y 2024, según los resultados de la encuesta de diciembre del Banco de México a los principales analistas en economía del sector privado, tomando en cuenta el promedio de las 37 respuestas recibidas, la economía mexicana crecerá 0.92 por ciento (menos 0.50 según la proyección más pesimista, 2.20 según la más optimista), y 1.74 por ciento (menos 0.20 según la proyección más pesimista, 2.50 según la más optimista), en ambos casos por debajo del promedio que, tomando en cuenta un crecimiento del 3.00 por ciento en 2022, es 2.09 por ciento entre 1982 y 2022.
Según los resultados de la misma encuesta, el crecimiento promedio anual entre 2023 y 2033 será 2.03 por ciento (1.50 según la proyección más pesimista, 3.20 según la más optimista), por debajo del promedio (2.09), siendo que lo mínimo aceptable es por arriba del promedio.
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