La intención de Trump de gravar, a partir del 10 de junio, con aranceles del 5 por ciento la importación de cualquier producto hecho en México, y de elevarlo en cinco puntos porcentuales mes tras mes hasta que se frene en México la migración ilegal hacia los Estados Unidos, me lleva a los siguientes comentarios y preguntas.

El principal perjudicado con los aranceles será el consumidor estadounidense, quien tendrá que pagar un precio mayor por los productos hechos en México y ofrecidos en los mercados de aquel país. En segundo lugar, se verán afectadas sus contrapartes en nuestro país, las empresas que producen en México y exportan desde México, muchas de las cuales son de capital estadounidense. Literalmente pagarán justos por pecadores.

¿Cómo es posible que los gobiernos tengan el poder para limitar o prohibir el intercambio comercial entre personas de distinta nacionalidad, del cual ambas partes ganan, ya que cada una valora más lo que recibe que lo que da a cambio, lo cual da como resultado un mayor bienestar para todos? Limitar o prohibir el comercio, ya sea entre personas de la misma nacionalidad (comercio intranacional), o de distinta (comercio internacional), disminuye su bienestar, por lo que es una medida antieconómica que debe evitarse.

Trump está presionando al gobierno mexicano para que, desde México, se evite la migración ilegal hacia los Estados Unidos, lo cual es un abuso. Si Trump no quiere que los migrantes ilegales entren a su país entonces debe evitarlo desde su país, no presionar para que se impida desde México.

¿Cómo afectará esta medida proteccionista (porque eso son los aranceles: medidas proteccionistas), la aprobación del TEMEC, que tanto nos conviene a los mexicanos? Por un lado se renegocia un tratado de libre de comercio y por el otro se aplican medidas proteccionistas.

Por último destacar que, en su carta a Trump, AMLO escribió: “No creo en la Ley del Talión, en el ‘diente por diente’, ni en el ‘ojo por ojo’”, lo cual, si se refiere a que el gobierno mexicano no responderá a los aranceles a las exportaciones mexicanas con aranceles a las importaciones estadounidenses debe aplaudirse. Pero no será suficiente. Debe ir más allá.

¿Cuál debe ser la respuesta del gobierno mexicano a la intención de Trump de gravar con aranceles del 5 por ciento toda exportación mexicana a Estados Unidos? Bofetada con guante blanco: abrir total y definitivamente las fronteras mexicanas a las importaciones desde los Estados Unidos. Verdadero libre comercio.

La medida anunciada por Trump es económicamente ineficaz (reduce el bienestar), éticamente injusta (limita la libertad de los agentes económicos), y abusiva (pretende que el gobierno mexicano haga el trabajo que debe hacer el gobierno estadounidense). Y, sin embargo, ¡va en serio!

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