A lo largo del tercer trimestre del año, según información proporcionada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, el 40.1 por ciento de la población ocupada se encontró en condición de pobreza laboral (38.3 durante el segundo trimestre), que consiste en la incapacidad para generar un ingreso suficiente que alcance para comprar la canasta básica alimentaria, siendo el ingreso el producto del trabajo, no de las dádivas gubernamentales.
Uno de los principales problemas de la economía mexicana es la insuficiente generación de ingreso, por lo que uno de los principales retos es lograr la suficiente generación del mismo. Para superarlo se necesita, uno, elevar la productividad de los trabajadores, para lo cual hay que invertir más en capital humano (conocimientos, habilidades y actitudes) y, dos, que la demanda de trabajo de parte de los empleadores sea mayor que su oferta de parte de los trabajadores, para lo cual hay invertir más en capital físico (instalaciones, maquinaria y equipo necesarios para demandar más empleo), formación, acumulación y mejora de capital, de cualquier tipo, que es condición necesaria del progreso económico.
Capital es todo lo que se necesita para producir bienes y servicios. Capital natural: los recursos naturales (por ejemplo: el petróleo). Capital físico: las instalaciones, maquinaria y equipo necesarios para trasformar los recursos naturales en bienes y servicios (por ejemplo: la refinería para convertir petróleo en gasolina). Capital humano: conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para poder operar el capital físico y transformar el natural en satisfactores (por ejemplo: el adiestramiento de los operarios de las refinerías petroleros).
Condición necesaria para que se genere más ingreso es que aumente la productividad del trabajador, para lo cual se necesita invertir más en capital humano, condición necesaria, pero no suficiente, porque no basta que el trabajador, gracias a que aumentó y/o mejoró su capital humano, sea más productivo para que, automáticamente, aumente su salario y genere más ingreso. La otra variable que hay que considerar es la relación oferta – demanda de trabajo en cada mercado laboral.
Además de los aumentos en la productividad, relacionados con el capital humano, para que aumenten los ingresos se necesita que la demanda de trabajo (y sus aumentos), de parte de los empleadores, sea mayor que su oferta (y sus aumentos), de parte de los trabajadores (versión invertida de la Ley de la Demanda: Ceteris paribus, a mayor demanda mayor precio, y viceversa), para lo cual se necesita que la inversión en capital físico, que es la parte más importante de la inversión directa, destinada a la producción de satisfactores, a la creación de empleos (para producir alguien debe trabajar), y a la generación de ingresos (a quien trabaja se le paga), sea la mayor posible, para lo cual se necesita que los empresarios tengan confianza para invertir directamente, talón de Aquiles de la economía mexicana: según el Indicador de Confianza Empresarial, del INEGI, en octubre, en escala de cero (total desconfianza) a cien (confianza total), la confianza de los empresarios para invertir directamente en México fue de 31.4 puntos, más cerca del cero que del cien.
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