Hace semanas dediqué una serie de diez Pesos y Contrapesos, con el nombre de Por algo se empieza, a mostrar cómo, a partir del comportamiento de algunas variables, en muchos casos ya habíamos tocado fondo, es decir, habíamos dejado de hundirnos y habíamos comenzado a nadar hacia la superficie, consecuencia principalmente de la reapertura de la economía en junio.
En aquellas columnas dije que el proceso hacia la recuperación se daría en tres etapas: tocar fondo, nadar hacia la superficie, salir a flote, y que nos encontrábamos entre la primera y la segunda, lejos todavía de la tercera. También dije que la segunda etapa, nadar hacia la superficie, tendría lugar a velocidades distintas, que irían siendo menores conforme fuéramos avanzando, lo que ya está sucediendo. Pongo de ejemplo lo sucedido con la actividad industria en julio pasado, último mes para el que tenemos información.
En términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, que es la mejor manera de responder a la pregunta ¿cómo va la economía?, fue en abril cuando, consecuencia del cierre parcial de la economía, se registró la mayor contracción de la actividad industrial, 25.9 por ciento. Un mes después, en mayo, la contracción fue mucho menor, del 1.2 por ciento y, transcurrido un mes más, en junio, la actividad industrial creció, consecuencia de la reapertura de la economía, 17.9 por ciento.
En mayo tocamos fondo (dejamos de hundirnos) y en junio empezamos a nadar hacia la superficie (la actividad industrial empezó a crecer), si bien estábamos lejos de salir a flote, lo cual se logrará cuando recuperemos el nivel de actividad industrial que teníamos antes de que iniciara la recesión, durante el tercer trimestre de 2018, antes de la cancelación del NAICM en Texcoco. En junio el nivel de la actividad industrial fue igual al que tuvimos en febrero de 1998.
¿Qué pasó en julio? La actividad industrial creció 6.9 por ciento, lejos del 17.9 que alcanzó en junio, y que no se repetirá. Para seguir con la analogía: en mayo tocamos fondo, en junio empezamos a nadar hacia la superficie a una “velocidad” del 17.9 por ciento, y en julio seguimos nadando hacia la superficie, pero a una velocidad menor, de 6.9 por ciento.
En julio el nivel de la actividad industrial fue igual al de agosto de 2009, muestra de lo mucho que falta para salir a flote.
El menor crecimiento se repetirá con otras variable en los próximos meses, tal y como ya sucedió con las exportaciones e importaciones. En términos mensuales, en junio, las exportaciones crecieron 83.0 por ciento y las importaciones 27.5 por ciento. En julio las ventas al exterior crecieron menos, 7.8 por ciento, y las compras del exterior también, 8.5 por ciento. Siguieron avanzando pero a una “velocidad” menor.
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