Es lugar común decir que el problema con las propuestas económicas de López Obrador es que suponen retroceder 40 años para volver a practicar lo que ya se practicó durante la Docena Trágica, de 1971 a 1982, durante los sexenios de Echeverría y López Portillo, a lo largo de los cuales la participación del gobierno en la economía se amplió y profundizó, gubernamentalización de la economía que llegó a su punto culminante el 1 de septiembre de 1982 cuando López Portillo expropió la banca privada.
El problema con las propuestas de López Obrador es que, brinco hacia el pasado o salto hacia el futuro, no son las más eficaces para lograr mayor dinamismo (mayor crecimiento de la producción) y mayor estabilidad (preservación del poder adquisitivo del dinero), binomio que deja que desear.
Durante los primeros 17 años del siglo XXI el crecimiento promedio anual de la economía mexicana, medido por el comportamiento de la producción, fue insuficiente: 2.0 por ciento. La inflación, también en promedio anual, resultó excesiva: 4.3 por ciento. (Del 1 de enero del 2001 al 28 de febrero del 2018 la inflación acumulada en México fue 105.3 por ciento). El reto económico del próximo sexenio será lograr mayor crecimiento con menor inflación.
La propuesta económica de López Obrador está basada en generalidades: mantener la autonomía del Banco de México (acierto); no aumentar ni impuestos ni deuda (acierto); lograr equilibrio en las finanzas del gobierno (acierto); financiar un mayor gasto gubernamental con los recursos obtenidos del combate a la corrupción (dudoso); fijar precios de garantía a productos agrícolas (error), para lograr autosuficiencia en maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo, leche, carne de res y cerdo, pollo, huevo y pescado (error); frenar la caída de la producción de energéticos y derivados del petróleo, poniendo al día las seis refinerías que ya operan y construyendo dos más con la intención de eliminar la importación de gasolinas (error); impulsar el mercado interno (acierto siempre y cuando se haga bien).
La estabilidad de la economía (preservación del poder adquisitivo del dinero), es responsabilidad del Banco de México, que es el banco central del Estado mexicano, autónomo del Poder Ejecutivo Federal, por lo que éste no tiene responsabilidad alguna en la materia. Pero en lo que sí la tiene es en el dinamismo de la economía, que se mide por el comportamiento de la producción, que depende de las inversiones directas, que dependen de la competitividad del país, de qué tan seguro y confiable es para los capitalistas, cuyo capital es el que se invierte directamente para producir bienes y servicios, crear empleos y generar ingresos. ¿Cuál es la propuesta de López Obrador en materia de competitividad? Consúltese http://www.proyecto18.mx/conoce/?tab=economia y búsquese algún capítulo relacionado con el tema.
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