Según López Obrador la economía mexicana crecerá este año 5 por ciento. ¿Es posible? Sí. ¿Es probable? No.
Es posible si se hace todo lo que debe hacerse para, en primer lugar, recobrar la confianza de los empresarios, pero es muy poco probable que se vaya a hacer, ya que ello supondría reconocer que se tomaron pésimas decisiones que afectaron esa confianza, desde la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, en octubre de 2018, hasta la propuesta de contrarreforma eléctrica, en octubre de 2021, para, a partir de ese reconocimiento, dar un giro de 180 grados, lo cual supondría, desde retomar la construcción del NAICM, algo que no va suceder, hasta desechar la contrarreforma eléctrica, algo que sí puede suceder.
Para darnos una idea del reto que supone que la economía crezca 5 por ciento este año, tomemos en cuenta que el crecimiento promedio anual entre 2001 y 2018, antes de los tres años atípicos de 2019, 2020 y 2021, fue 2.54 por ciento, y que el crecimiento (con cifras oportunas, todavía no definitivas, que conoceremos el 25 de este mes), de 4.8 por ciento de 2021 fue consecuencia del Efecto Rebote, que se dio al comparar 2021 con 2020, año en el cual la economía decreció 8.3 por ciento. Dado que el punto de comparación fue tan bajo, no resultó difícil obtener un buen resultado, Efecto Rebote que ya se agotó.
Para darnos otra idea del desafío que supone que este año la economía crezca al 5 por ciento, tengamos presente que, según los resultados de la encuesta de enero del Banco de México entre los especialistas en economía del sector privado, considerando el promedio de las 38 respuestas recibidas, la economía crecerá 2.27 por ciento este año (3.39 según la expectativa más optimista, 1.20 según la más pesimista), 2.14 el año que entra (2.80 según la expectativa más optimista, 1.50 según la más pesimista), 2.22 en 2024 (3.35 según la expectativa más optimista, 1.50 según la más pesimista), y 2.15, en promedio anual, durante los próximos diez años, de 2023 a 2033 (3.02 según la expectativa más optimista, 1.60 según la más pesimista). Por ningún lado aparece el 5 por ciento.
El crecimiento se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, que depende de las inversiones directas, que se destinan a producir satisfactores, inversiones directas que tienen como uno de sus componentes principales a las inversiones fijas brutas en instalaciones, maquinaria y equipo, que han caído de manera preocupante desde el inicio de la 4T, al grado que su nivel en noviembre pasado, con todo y el Efecto Rebote, fue similar al de marzo de 2011, siendo éste el dato más preocupante de la economía mexicana, que limita seriamente sus posibilidades de crecimiento.
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