Dice AMLO que la falta de crecimiento de la economía (que se mide por el comportamiento de la producción de bienes y servicios, ligada a la creación de empleos y la generación de ingresos), no le preocupa mucho porque, gracias a la redistribución del ingreso (quitarle a Pedro lo que, por ser producto de su trabajo, es de Pedro, para darle a Juan lo que, por no ser producto de su trabajo, no es de Juan), hay más bienestar (que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen las familias). ¿Será?
Centro la atención en algunos de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, para el segundo trimestre del año, concretamente en lo que se conoce como tasa de condiciones críticas de ocupación, TCCO, situación en la que se encuentran quienes trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su voluntad, más los que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, más los que trabajan más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.
Hace un año, segundo trimestre de 2018, en condiciones críticas de ocupación se encontraba el 15.4 por ciento de la población ocupada. Un año después, segundo trimestre de 2019, el porcentaje fue 18.9, lo cual dio como resultado un aumento de 3.5 puntos porcentuales, equivalentes al 22.7 por ciento, el mayor incremento, por mucho, entre las distintas tasas reportadas por INEGI.
La tasa de desocupación (población que no trabaja pero busca trabajo) aumentó 6.1 por ciento; la de ocupación parcial y desocupación (población desocupada y ocupada que trabajó menos de 15 horas a la semana) 6.5; la de presión general (desocupados más los ocupados que buscan empleo) 9.3; la de subocupación (población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de trabajar más de lo que su ocupación actual le permite) 8.5 por ciento. La tasa de condiciones críticas de ocupación aumentó 22.7 por ciento.
¿Cuál es el resultado si en vez de comparar el segundo trimestre de 2019 con el segundo de 2018 lo comparamos con el primero de 2019?
A lo largo del primer trimestre de 2019 en condiciones críticas de ocupación se encontraba el 19.0 por ciento de la población ocupada. Un trimestre después, entre abril y junio pasados, el porcentaje fue 18.9, lo cual dio como resultado una baja de 0.1 puntos porcentuales, equivalentes al 0.5 por ciento.
La tasa de desocupación aumentó 2.9 por ciento; la de ocupación parcial y desocupación 8.9; la de presión general 6.0; la de subocupación 13.2 por ciento. La TCCO fue la única que disminuyó, 0.1 por ciento, prácticamente nada.
Dado el comportamiento de la TCCO (el considerable aumento anual y la mínima baja trimestral), ¿será que el bienestar de las familias mexicanas ha aumentado?
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