El tipo de cambio es el precio del dólar en términos de pesos y, en una economía que participa del comercio exterior, como la mexicana, resulta una variable importante, de entrada para exportadores e importadores quienes, en esta materia, tienen intereses encontrados. A los exportadores les conviene la depreciación (que aumente el tipo de cambio: por cada dólar de mercancía exportada reciben más pesos). A los importadores les conviene la apreciación (que baje el tipo de cambio: por cada dólar de mercancía importada pagan menos pesos).
Ayer, por primera vez desde el 24 de marzo, el tipo de cambio se ubicó por debajo de los 21.00 pesos por dólar: 20.99. ¿Por qué pongo como referencia el 24 de marzo? Porque fue ese día cuando se alcanzó el que sigue siendo, en materia de tipo de cambio, el máximo histórico: 25.12 pesos por dólar. Nunca antes, y hasta ahora nunca después, el dólar había estado tan caro.
Comenzamos el año con un tipo de cambio de 18.86 pesos por dólar, que llegó hasta los ya mencionados 25.12 pesos el 24 de marzo, lo cual dio como resultado una depreciación de 6.26 pesos, equivalente al 33.2 por ciento. Ayer, por primera vez desde entonces, el tipo de cambio se ubicó por debajo de los 21.00 pesos por dólar, 20.99, lo cual dio como resultado una apreciación del tipo de cambio, desde el máximo histórico de 25.12 pesos por dólar, del 16.4 por ciento (debido en parte al debilitamiento del dólar y en parte al fortalecimiento del peso), pero teniendo todavía una depreciación del 11.3 por ciento con relación al tipo de cambio con el que iniciamos el año, 18.86 pesos por dólar.
Esta apreciación del peso frente al dólar, ¿le conviene o no a la economía mexicana? La pregunta, hecha con frecuencia, no es correcta, ya que, como lo escribí en el primer párrafo de esta columna, hay quienes se benefician de la apreciación (los importadores mexicanos y los consumidores nacionales de productos importados) y hay quienes se perjudican (los exportadores mexicanos y los consumidores extranjeros de productos exportados).
Entre los grupos perjudicados con la apreciación se encuentran las familias que reciben, por concepto de remeses, dólares del extranjero. El 24 de marzo pasado, por cada dólar que recibieron, obtuvieron a cambio 24.12 pesos, 33.2 por ciento más de lo que obtuvieron al inicio del año, cuando el tipo de cambio fue 18.86. Ayer, por cada dólar recibido, obtuvieron 20.99 pesos, 16.4 por ciento menos que el 24 de marzo, 11.3 más que al inicio del año.
Entre los grupos beneficiados se encuentran quienes, desde México, mandan dólares a sus familiares en el extranjero, sobre todo inmigrantes centro y sudamericanos.
¿Deben las autoridades manipular el tipo de cambio para lograr, a su apreciación, o su depreciación? No. Debe mantenerse la libre flotación.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx Twitter: @ArturoDammArnal