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Salario mínimo y desempleo

La teoría: el salario mínimo, impuesto por el gobierno por arriba del salario de equilibrio, que iguala la cantidad demanda de trabajo, de parte de los empleadores, con la cantidad ofrecida, de parte de los trabajadores, genera desempleo, porque al aumentar el salario aumenta la cantidad ofrecida de trabajo de parte de los trabajadores (se vuelve más atractivo ofrecer trabajo), y disminuye la cantidad demanda de parte de los empleadores (se vuelve menos lucrativo demandar trabajo), de tal manera que el salario mínimo sólo beneficia a quienes mantuvieron su trabajo y perjudica a quienes lo perdieron. Los primeros ganan a costa de los segundos.

La teoría: si el salario mínimo, por lo explicado en el párrafo anterior, genera desempleo, los aumentos al salario mínimo generan más desempleo, y entre mayores sean los aumentos al salario mínimo mayor será el desempleo generado. 

Esto es lo que dice la teoría, misma que sirvió de marco teórico a quienes afirmaron que los aumentos al salario mínimo concedidos en este gobierno, muy por arriba de los concedidos en sexenios anteriores, por aquello de que el salario mínimo genera desempleo, y de que entre mayor sea el aumento al salario mínimo mayor será el desempleo, iban a generar, en el sector formal de la economía, un desempleo cada vez mayor, lo que engrosaría las filas de la economía informal. 

En los cinco primeros años de la 4T estos fueron los aumentos al salario mínimo. Entre paréntesis, para tener punto de comparación, pongo los aumentos de los primeros cinco años del gobierno de Peña. 2019, 16.2 por ciento (2013, 3.97 por ciento); 2020, 20.0 por ciento (2014, 3.90 por ciento); 2021, 15.2 por ciento (2015, 4.96 por ciento); 2022, 22.0 por ciento (2016, 6.97 por ciento); 2023, 20.0 por ciento (2017, 9.58 por ciento). Durante los cinco primeros años del sexenio de Peña el salario mínimo aumentó, en promedio anual, 5.88 por ciento. Durante los primeros cinco años de la 4T se incrementó 18.68 por ciento, 12.8 puntos porcentuales más, equivalentes al 217.69 por ciento.

Según la teoría entre mayor sea el aumento al salario mínimo mayor será el desempleo. Los datos observados, ¿confirman la teoría? Veamos.

En 2018 la población desocupada (que busca trabajo sin encontrarlo), fue el 3.33 por ciento de la población económicamente activa (los mayores de 15 años que buscan trabajo: si lo encuentran se vuelven población ocupada; si no lo encuentran, y siguen buscando, son población desocupada). En 2019, con un aumento al salario mínimo de 16.2 por ciento fue el 3.50, mayor que el año anterior. En 2020, con un aumento al salario mínimo de 20.0 por ciento fue el 4.43, mayor que el año anterior, pero hay que tomar en cuenta el Efecto Covid. En 2021, con un aumento al salario mínimo de 15.2 por ciento fue el 4.19, menor que el año anterior. En 2022, con un aumento al salario mínimo de 22.0 por ciento fue el 3.32, menor que el año anterior. En 2023, con un aumento al salario mínimo de 20.0 por ciento se predice, según el promedio de las 36 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de febrero a los economistas del sector privado, una tasa de desocupación del 3.53 por ciento, mayor que el año anterior, pero dentro de lo normal.

Los datos observados de 2019 a 2022, y el predicho para 2023, desmienten la teoría.

Los datos observados de 2019 a 2022, y el predicho para 2023, desmienten la teoría que afirma que el salario mínimo, impuesto por el gobierno por arriba del salario de mercado, genera desempleo, y que a mayor aumento al salario mínimo mayor será el desempleo, aumentos salariales que entre 2019 y 2023 han sido, comparados con los del pasado reciente, considerables.

Durante los primeros cinco años del gobierno de Peña el aumento promedio anual al salario mínimo fue 5.88 por ciento y la tasa de desempleo, también en promedio anual, fue 4.44 por ciento de la población económicamente activa (los mayores de 15 años que buscan trabajo: si lo encuentran se vuelven población ocupada; si no lo encuentran, y siguen buscando, son población desocupada). A lo largo de los primeros cinco años de la 4T el incremento promedio anual al salario mínimo fue 18.68 por ciento y la tasa de desempleo, también promedio anual, será (prediciendo 3.53 por ciento para 2023), del 3.79 por ciento. Mayores incrementos al salario mínimo (18.68 contra 5.88) y menor tasa de desempleo (3.79 contra 4.44).

Los datos observados desmienten la teoría básica, que se enseña en los primeros cursos de economía, misma que tiene un error: considerar que sólo existe un precio de equilibrio, en este caso un salario (el precio del trabajo) de equilibrio, al cual se iguala la cantidad demanda con la ofrecida, en este caso la cantidad demanda de trabajo, de parte de los empleadores, con la ofrecida, de parte de los trabajadores.

En la realidad existen varios precios de equilibrio, que se determinan dentro de los límites de lo que llamo la banda de fluctuación de precio (concepto que ya está en La Riqueza de las Naciones de Adam Smith, 1776, libro primero, capítulo siete, donde trata del precio natural y del precio de mercado de las mercancías), cuyo límite inferior, en el caso del salario, está dado por el mínimo salario (que no hay que confundir con el salario mínimo), a cambio del cual le conviene al trabajador ofrecer trabajo, y cuyo límite superior está dado por el máximo salario a cambio del cual le conviene al empleador demandar trabajo. Entre estos dos limites se fija el salario, y cualquiera que éste sea será un salario de equilibrio, que iguala cantidad demanda y ofrecida de trabajo, encontrándose ese marcado laboral en equilibrio.

Supongamos, uno, un límite superior de la banda de fluctuación del salario de $1,000 y uno inferior de $500. Supongamos, dos, que el salario es $750. Supongamos, tres, que el salario aumenta, por disposición gubernamental, a $900, salario que todavía está dentro de los límites de la banda de fluctuación, por lo que es un salario de equilibrio, que no genera mayor desempleo. Ese nuevo salario, de $900, estrictamente hablando, no es un salario mínimo, que es el que el gobierno impone por arriba del salario de equilibrio, lo cual, considerando la banda de fluctuación, quiere decir por arriba del límite superior de la misma, en este caso $1,000.

¿Cómo explicar que los datos observados de aumentos al salario mínimo y desempleo desmienten la teoría? Por el hecho de que esa teoría, la básica, corresponde a un caso excepcional (¿inexistente?), el de un solo precio de equilibrio, siendo que, en la gran mayoría de los casos (¿todos?), dada la banda de fluctuación, hay más de un precio de equilibrio.

E-mail: arturodamm@prodogy.net.mx

Twitter: @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .