Recomendaciones de la OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, presentó su reporte anual sobre México, en el cual encontramos dos recomendaciones generales, para mantener un fuerte marco macroeconómico y encontrar recursos para un crecimiento más equitativo, y para reforzar el crecimiento incluyente, y 28 recomendaciones específicas, 14 relacionadas con lo primero, 14 con lo segundo. 

Centro la atención en las dos primeras recomendaciones específicas, del primer grupo de recomendaciones generales: 1) mantener una política fiscal prudente para conservar una relación deuda – PIB estable y considerar reducirla en el mediano plazo; 2) mantener la orientación de la política monetaria actual para contener la inflación, recomendaciones que deben observarse, ya que de ello depende mantener la estabilidad de la economía, misma que no debe perderse, ya que ello supondría repuntes en la inflación, depreciación del tipo de cambio, alzas en las tasas de interés, dificultando más alcanzar un mayor crecimiento económico.

Una política fiscal prudente supone, en primer lugar, no recurrir al endeudamiento como fuente de financiamiento, ya que la deuda del sector público federal, como porcentaje de sus ingresos, ha aumentado considerablemente y no debe de seguir aumentando. Pasó del 87 por ciento al final del sexenio de Fox, al 152 al término del gobierno de Calderón, al 212 al final de la administración de Peña Nieto.

En segundo lugar, una política fiscal prudente supone reducir ese porcentaje, por lo menos, al nivel que alcanzamos al final del sexenio de Fox. Al respecto, en el Plan Nacional de Desarrollo 2019 – 2024 (PND), leemos que “en este sexenio no se recurrirá a endeudamiento para financiar los gastos del Estado ni para ningún otro propósito”. Sin embargo, en la Ley de Ingresos de la Federación 2019 se contempla un endeudamiento interno por 521,357 millones de pesos.

Mantener la orientación de la política monetaria actual para contener la inflación supone, antes que cualquier otra cosa, respetar la autonomía del Banco de México, para que la producción de dinero se decida en función del objetivo de preservar el poder adquisitivo del peso y no de las necesidades de gasto del gobierno. Con relación al tema leemos en el PND que “el gobierno federal respetará la autonomía del Banco de México”. Sin embargo, en la “mañanera” del 3 de mayo, AMLO dijo que el Banco de México “debería tener como función controlar la inflación y apoyar el crecimiento”, lo cual podría dar como resultado que la producción de dinero se decida en función de las necesidades de gasto del gobierno y no de la preservación del poder adquisitivo de nuestro dinero, lo cual ocasionaría repuntes en la inflación.

En estos dos puntos hay que hacerle caso a la OCDE.

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .