La consulta populista de revocación de mandato, figura que en Venezuela y Bolivia sirvió como fundamento para la reelección de Chávez, quien gobernó por 14 años, hasta su muerte, y de Evo Morales, que se mantuvo en el poder por 13 años, no tiene justificación para realizarse en México en abril del 2022, pues ningún partido ni grupo pide que se vaya AMLO, quien obtuvo la presidencia en una elección democrática, legal, en 2018, que no cuestionan los mexicanos y le asegura su mandato hasta 2024.
No hay razón para que el ejecutivo obligue al Instituto Nacional Electoral, INE, a gastar 3,800 millones de pesos y a MORENA a destinar más de 1,000 millones en costosos espectaculares, pinta de bardas y en movilizar a miles de sus miembros, como si fuera una nueva elección presidencial con un solo candidato, para convencer a los mexicanos de votar para que “siga AMLO”. Si solo buscan que el actual presidente gobierne hasta 2024, lo puede hacer legalmente sin necesidad de esa consulta.
El votar por “que siga AMLO” no es necesario si los miembros de la 4T solo quieren que gobierne los años que marca la Constitución, hasta el 2024, pero sí es importante si el fin real de MORENA es que López Obrador siga después del 2024.
Si el padrón electoral tiene 93,528,475 millones de ciudadanos registrados y la consulta necesita para ser vinculante la asistencia del 40%, que equivale a 37,411,372 millones y MORENA obtiene un 90% de los votos, aproximadamente 33.6 millones a su favor, gana. Sin embargo, para que sea válida esa consulta, aunque tenga el 90%, si no votan 3.8 millones más de ciudadanos, el 10% restante, a favor o en contra de que “siga AMLO”, para reunir el 40% de los inscritos en el padrón electoral, como marca la ley, no es válida esa votación. Si todos los que piensan votar contra el “que siga AMLO” no votan, los de MORENA tendrían que lograr 37.4 millones de votos a su favor, es decir el 100%, para que sea vinculante y trascendente esa consulta. Cifra difícil de lograr aún con los costosos acarreados que van a llevar a votar.
Lo recomendable para quienes no quieran facilitarle a AMLO una reelección en 2024 es no votar, aunque sí ir a cuidar las casillas para evitar trampas. Si ningún oponente a AMLO vota, los miembros de MORENA no solo tienen que reunir por lo menos el 51% de los votos para ganar, que son 20.5 millones, sino los 37.4 millones para que esa elección o consulta tenga efectos legales, y se convierta en un antecedente para realizar otra en 2024, que abra la puerta a una reelección que podría ser por dos años más, planteada como una ampliación de mandato, no como una reelección, tal como disfrazó Chávez su reelección.