En este momento estás viendo Preguntas

Preguntas

El Banco de México tiene una meta de inflación de tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la mínima aceptable es dos y la máxima cuatro.

¿Es correcto que un banco central tenga metas de inflación, que tenga que provocar la pérdida del poder adquisitivo del dinero y del trabajo? Si el trabajo se paga con dinero y éste pierde poder adquisitivo (con la misma cantidad de dinero se compra menos cantidad de los mismos satisfactores), lo que pierde poder adquisitivo es el trabajo (con la misma cantidad de trabajo se compra menos cantidad de los mismos satisfactores). Si tenemos derecho al producto íntegro de nuestro trabajo, entonces también lo tenemos al poder adquisitivo íntegro de nuestro trabajo, y de nuestro dinero, derecho que la inflación viola, violación relacionada con la justicia, desde cuya perspectiva no es correcto que haya metas de inflación.

La máxima inflación anual aceptable es cuatro por ciento. En febrero fue 7.62, 3.62 puntos porcentuales por arriba, el 90.50 por ciento, y 4.62 por arriba de la meta puntual, tres por ciento, el 154.00 por ciento. Sumamos 24 meses consecutivos con la inflación por arriba de la máxima aceptable, con un promedio mensual del 7.13 por ciento: 4.67 la mínima en marzo de 2021, 8.70 la máxima en agosto y septiembre de 2022. Así la eficacia de la política monetaria del Banco de México.

¿No será que el sistema monetario, que depende del Banco de México, está de cabeza, empezando por la meta de inflación, que viola el derecho de propiedad al producto íntegro del trabajo, y terminando con la definición de inflación como el aumento en el Índice Nacional de Precio al Consumidor, cuando debería definirse como el excesivo incremento de la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar bienes y servicios, dado que el aumento del Índice Nacional de Precio al Consumidor es consecuencia del excesivo crecimiento de la cantidad de dinero que se intercambia, del excesivo crecimiento de las demandas por bienes y servicios?

¿La mejor opción en materia de dinero es: la el dinero fiduciario, sin respaldo de ningún tipo, sin valor intrínseco; ofrecido de manera monopólica por una entidad estatal, el banco central; impuesto por la fuerza de la ley como único dinero de curso legal, que es la que opción tenemos en México?

¿No es mejor opción la del dinero satisfactor (además de servir como medio de intercambio sirve para satisfacer necesidades, por ejemplo: oro o plata), con valor intrínseco (el del satisfactor, por ejemplo: oro o plata), respaldado por el satisfactor (por ejemplo: oro o plata); ofrecido de manera competida por todo aquel que quiera hacerlo; con la libertad para elegir que dinero usar, opción que a muchos les parece un verdadero despropósito? Considerando los resultados de la primera opción, ¿lo es? No. (Véase, por ejemplo, La desnacionalización del dinero, de Friedrich August von Hayek, Unión Editorial).

¿Qué es mejor? ¿Lo que tiene valor intrínseco o lo que no lo tiene? ¿Lo ofrecido monopólicamente o competidamente? ¿La imposición gubernamental o la libertad de elección? Si la respuesta es: lo que tiene valor intrínseco, lo que se ofrece competidamente, la libertad de elección, ¿el dinero debe ser una excepción?

En México, dada la ineficacia de la política monetaria, ¿no deberíamos discutir estos temas?

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter: @ArturolDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .