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Prohibido prohibir. Cuando la prohibición empeora una situación

Las buenas intenciones no son una razón suficiente para aplicar una política económica, sino sus resultados reales.

Durante la mayor parte de la existencia del ser humano, en que fue nómada, la principal forma de obtener algo de otro humano era la violencia, al igual que entre la mayoría de los animales.

Durante 185,000 años, 95% de los 200,000 en la que calculan la existencia del homo sapiens, la violencia fue la principal forma de adquirir lo ajeno.

Hace menos de 10,000 años la siembra sustituyó a la recolección de frutos, y la reproducción de animales a la cacería, como las principales formas de conseguir alimentos. En esa nueva etapa del homo sapiens se generalizó como una acción condenable tomar violentamente los bienes que otro producía.

A esa acción se le denominó “robo”, que significa, según La RAE “Quitar o tomar para sí con violencia lo ajeno”.

La prohibición del robo y castigar a quien priva de la vida a otro ser humano, llamado asesinato, fueron los fundamentos del progreso del ser humano.

Siglos después se prohibió obligar a un ser humano a trabajar contra su libre voluntad, lo que constituye la esclavitud, que funcionó como la principal forma de conseguir trabajadores durante la mayor parte de la existencia del hombre.

Actualmente, en casi todos los países constituye un delito obligar a trabajar a cualquier ser humano en contra de su libre voluntad.

Una sociedad moderna se fundamenta en leyes que prohíben robar, matar o esclavizar al prójimo, que significa al próximo, al que está cerca.

Esas prohibiciones son básicas para el progreso, aunque hay muchas, como analizaremos en este breve escrito, que causan más daño a los que teóricamente evitan con su prohibición, pues violan alguno de los derechos humanos fundamentales: vida, propiedad y libertad.

LAS RELIGIONES PROHIBIDAS

En la antigüedad una de las prohibiciones más generalizadas era a las religiones que no practicaban los gobernantes. La Roma antigua pasa por diversas etapas que nos reflejan las diversas posiciones de sus gobernantes hacia las religiones.

Nerón gobernó Roma del 54 al 68 D.C., nefasto, sospechaba de casi todos, y los acusaba de conspirar contra él. Persiguió al cristianismo.

En el año 313, los emperadores Licinio y Constantino, con el edicto de Milán terminan con la persecución de los cristianos y establecen la libertad de cultos:

“…a todos los súbditos, incluidos expresamente los cristianos, se les autoriza a seguir libremente la religión que mejor les parezca”.

Licinio Y Constantino se adelantaron a sus tiempos al respetar la libertad de cultos.

En el año 380 Teodosio, con el Edicto de Tesalónica, convirtió al cristianismo en la religión oficial y en el 392 prohibió el paganismo, lo que contradijo la libertad de cultos.

En la época de los imperios, la religión del emperador era generalmente la preponderante, y había poca tolerancia con las demás.

En la Edad Media predominó en occidente la religión cristiana, pero hubo excesos. La recuperación del Santo Sepulcro justificó a los cruzados, fanáticos cristianos, a tomar cruentamente Jerusalén y matar a miles de judíos. Obispos y sacerdotes protegían y escondían a los judíos, pero los cruzados entraban violentamente a templos y casas de los sacerdotes cristianos y los asesinaban. Su justificación era que “vengaban la muerte de Cristo”.

Los reyes católicos financiaron los viajes que descubrieron las tierras americanas para los europeos, trajeron la religión católica a México y permitieron una fusión entre las creencias autóctonas de los indígenas y el cristianismo, llamado sincretismo, o mezcla de dos o varias religiones.

En la religión musulmana predominó entre los radicales la intolerancia a quienes practicaban una religión diferente. En la lucha contra los infieles  los musulmanes radicales consideraban enemigos a quienes practicaban otra religión, y los condenaban a la pena de muerte. Sin embargo, la religión musulmana desde sus principios es pacífica y tolerante, y cita a Cristo como un profeta. Hay estudios que consideran que Mahoma se inspiró en la Biblia para escribir el Corán, que es la Biblia de los musulmanes.

Algunos estudiosos sintetizan al Islam como: “…la sumisión de Dios al altísimo a través del monoteísmo, la obediencia y el abandono de la idolatría”. El Corán es para ellos como para nosotros la Biblia. Es la 2ª religión con más seguidores después del cristianismo. Desgraciadamente, como sucedió con los cruzados en el cristianismo, grupos radicales de musulmanes la politizaron y la utilizaron para robar, asesinar y conquistar otros países.

De una prohibición generalizada por siglos de las religiones que no fueran la “oficial” para los gobernantes, en el Renacimiento se generaliza la tolerancia a otras creencias, que impera actualmente en la mayor parte del mundo.

El sincretismo, coincidencias o fusiones entre dos religiones, que llevan a los creyentes a incluir puntos de vista y prácticas de distintas religiones, era casi imposible en la antigüedad, actualmente es común. Antes era difícil que los practicantes de una religión tuvieran algún acercamiento con otras. Veían a sus miembros como enemigos.

Señala Christian Starck en su libro “Raíces Históricas de la Libertad Religiosa”:

“El artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 dice:

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

PROHIBICIÓN DEL ALCOHOL Y DEL CIGARRO

El alcohol es una droga que fácilmente causa adicción. Los adictos al alcohol pierden frecuentemente su matrimonio, su hogar, su trabajo y su dignidad. Dan mal ejemplo a sus hijos y convierten al alcohólico en un guiñapo humano. Ante esa realidad, grupos de mujeres de buena fe promovieron la prohibición del alcohol en los Estados Unidos en la década de los años 20 del siglo pasado.

No hay duda de los efectos negativos de la adicción al alcohol, pero los resultados del prohibir su producción, distribución y venta en los Estados Unidos durante 13 años, de 1920 a 1932, fueron más graves que la legalidad para tomar licor. Y como predica un dicho: “resultó peor el remedio que la enfermedad”.

La prohibición de las bebidas alcohólicas en un principio redujo su consumo, pero gradualmente volvió a incrementarse al generalizarse su venta en el mercado negro o ilegal.

Durante la venta ilegal del alcohol, por el mayor riesgo de ser detenidos por las autoridades, sus productores y comercializadores, aumentaron su precio. Se incrementaron las ganancias de quienes lo producían y distribuían en la clandestinidad.

La ley Seca fortaleció al crimen organizado y se crearon grupos de criminales cuyos líderes, como Al Capone, se volvieron multimillonarios, con dinero suficiente para comprar a las autoridades. La corrupción entre los legisladores y autoridades aumentó en los Estados Unidos.

La prohibición de la producción del licor en los EUA creó fortunas en la Habana, Cuba, en Tijuana, y en otras ciudades fronterizas en México, donde se permitía su producción, y se exportaba clandestinamente a los Estados Unidos.

En el tiempo que estuvo vigente la ley seca en los EUA, los homicidios se duplicaron, los robos aumentaron en más del 80% y los encarcelados en un 366%. También se incrementó el desempleo.

Los efectos de consumir alcohol de baja calidad o etílico, durante los 13 años de prohibición, ocasionaron 30 mil muertes y alrededor de 100 mil personas se quedaron ciegas o sufrieron de parálisis.

John D. Rockefeller que apoyo la Ley Seca en sus inicios, comentó en 1932: “En general ha aumentado el consumo de alcohol, se han multiplicado los bares clandestinos y apareció un ejército de criminales”.

Ante un evidente fracaso de la Ley Seca, en 1933 el presidente Roosevelt, con el apoyo de dos terceras partes de la población, derogó la Ley Seca, que solo trajo una mayor criminalidad, violencia, desempleo, miles de muertos y de incapacitados por consumir alcohol adulterado.

No solo el consumo excesivo de alcohol causa muertes y discapacidades también el cigarro.

Por la adicción al tabaquismo mueren más de 480,000 personas en EUA al año, casi 5 veces más que por alcoholismo. Fumar produce cáncer en el pulmón, boca o garganta, entre otras enfermedades cardiacas y pulmonares.

El índice de mortalidad de los fumadores es tres veces mayor al de los no fumadores, pero ninguna persona que conozco piensa que la solución es prohibir el cigarro.

En la mayoría de los países hay reglas para evitar que los fumadores fumen cerca de otras personas, que se convierten en fumadores pasivos, pues absorben el humo producido por un fumador; por ello se limita el uso del cigarro a lugares abiertos en los que el fumador pueda fumar lejos de otras personas no fumadoras.

Los gobiernos deben advertir sobre los vicios que perjudican la salud y la convivencia con la familia y amigos, pero no deben prohibirlos, solo en la medida que esos vicios perjudiquen a terceros, como un conductor que maneja ebrio o un fumador que en un transporte o restaurante fuma junto a otros.

La azúcar no es peligrosa para la salud si se toma con moderación, pero muchos olvidan que no solo se ingiere directamente, sino a través de postres y bebidas, la mayoría de los cuales no hacen daño si se consumen con moderación, pero su exceso produce sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, caries, triglicéridos, alta presión arterial y ateroesclerosis. Sin embargo, no hay nadie que yo conozca que quiera prohibir los alimentos o bebidas que la contienen.

El exceso de comer carnes rojas puede generar colesterol, gota, enfermedades cardiovasculares y cáncer en el colon, pero no he escuchado a alguien que seriamente proponga limitar por ley la ingestión de carne roja, aunque sí lo recomiendan algunos doctores.

El agua es el líquido más importante para mantenerse vivo, somos entre un 60 y 70% agua. La deshidratación puede ser mortal, pero también la hiperhidratación, que significa beber agua en exceso. Aunque es raro que pase, hay quienes han muerto debido a la creencia que bebiendo mucha agua bajan de peso. Lo que logran es reducir el sodio, el potasio y la sal en la sangre, que puede provocar desde dolor de cabeza, nausea, fatiga y desorientación, hasta la muerte en casos extremos.

No solo el alcohol en exceso es dañino para la salud, también la ingestión de azucares, carne roja, agua y alimentos en demasía, pero no por ello el gobierno debe prohibir o limitar lo que debemos comer o tomar.

Las dependencias gubernamentales, cuyo teórico fin es ayudarnos a preservar nuestra salud, deben advertirnos de las consecuencias del abuso del alcohol, de las bebidas azucaradas, de las carnes rojas o del agua, pero no deben planificar ni limitar lo que debemos comer y beber con la excusa de que nos daña la salud.

Imagínese que llega usted a un restaurante, pide un postre, le gusta, y pide otro. Llega el mesero y le dice “La Secretaría de Salud nos prohíbe servir dos veces postre a la misma persona”. En el caso de México, puede ser probable que a ese diálogo siga otro comentario del mesero, quien le diría, “pero nos podemos arreglar”. Saca un billete de a 100 el comensal y se lo da discretamente al mesero, quien le trae una ración doble de postre.

Hay prohibiciones innecesarias, que pueden tener efectos contrarios a los buscados. Los excesos en la ingestión de varios alimentos: tacos, tortas, pasteles, es dañina para la salud, pero la cantidad la debe decidir cada persona. Sería risible que el gobierno nos diga que cantidad debemos comer, y los excesos de esas raciones sean castigadas por la ley.

Ese tipo de ordenamientos constituirían una invasión a las decisiones personales de los ciudadanos, que mientras lo dañen solo a él, no tiene el gobierno porqué prohibirlas.

La Secretaría de Salud, al igual que los doctores y dietistas, nos pueden indicar los hábitos alimenticios saludables, pero ninguna autoridad debe prohibirnos comer en exceso u obligarnos por ley a rectificar nuestra dieta, que en cualquier país libre y democrático la decide, con sus riesgos y consecuencias, cada persona, siempre y cuando no perjudique a terceros.

PROHIBICIÓN DE MARIGUANA Y COCAÍNA

La mariguana es la droga de mayor consumo en el mundo. Y como casi todas las drogas, tiene dos caras, la medicinal y la recreativa, que destruye paulatinamente el cuerpo y la mente a cambio de las efímeras satisfacciones que produce.

Se habla sobre diversos beneficios medicinales en el uso de la mariguana, pero también de sus perjuicios. Aunque algunos la consideran menos dañina que el alcohol y el tabaco, puede causar epilepsia crónica, taquicardia, hipotermia, catalepsia e incremento del apetito.

En cuanto a sus beneficios, lamayoría están rebasados por medicinas modernas, que se pueden usar en lugar de los supuestos beneficios de la mariguana y de otras drogas adictivas.

En un estudio bien documentado de Cleva Villanueva, de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, titulado “Los pros y los contras del uso de la mariguana” señala:

“El uso crónico de altas concentraciones de mariguana se asocia con la aparición y el agravamiento de alteraciones psiquiátricas, como psicosis, esquizofrenia y trastorno bipolar… también se asocia con alteraciones cognitivas, como disminución de la memoria y falta de concentración (Reece,2009)”.

En un experimento reunieron a 41 jóvenes que usaban mariguana y a otros 41 que no la usaban. Las decisiones de quienes no la usaban fueron más rápidas de quienes la usaban, los que mostraron más dificultades en la toma de decisiones y reflejaron decidir sin valorar los efectos a largo plazo.

En términos vulgares, podemos afirmar que la mariguana idiotiza a sus consumidores, como también lo hace el consumo excesivo del alcohol.

Fumar mariguana lleva a muchos de sus adictos, pues causa adicción, al consumo de drogas más fuertes.

La prohibición de la mariguana no genera su escasez ni aumenta la dificultad en adquirirla. La mayoría de un grupo de jóvenes entrevistados afirmó que la pueden conseguir con facilidad.

En Holanda se liberalizó su venta en pequeñas cantidades, lo que no aumentó su consumo y sí redujo la violencia relacionada con su oferta en el mercado negro.

La liberación de la mariguana en 1976 en Holanda redujo el consumo del 10% entre los jóvenes de 17 y 18 años, a un 6.5% en 1985, 9 años después de suprimir su prohibición.

La mariguana no se debe prohibir sino, aunque no es la solución total a su uso, se debe legalizar bajo las mismas limitaciones que el alcohol: no venderla a menores de 21 años.

El licor no se vende en tiendas a menores. En el caso de la mariguana, de legalizarse su venta, se debe limitar a mayores de edad, e imponer fuertes penas a quien se sorprenda ofreciendo o vendiendo mariguana a menores de edad, aunque, como pasa con el licor, la puedan conseguir en el mercado negro, como ya sucede, aunque este prohibida.

La cocaína proviene de la hoja de un arbusto llamado coca. Desde hace 8.000 años tribus del Perú ya masticaban hojas de coca. (BBS News).

Hasta principios del siglo XX la cocaína se podía consumir libremente. La Coca-Cola de 1886 a 1903, contenía pequeñas dosis de cocaína.

En 1914 se prohibió el consumo de cocaína en los Estados Unidos.

La cocaína, como la mayoría de las drogas, tiene un uso medicinal y otro “recreativo”, que causa adicción, destruye gradualmente el cuerpo y el alma de los adictos.

En la medicina se usa como analgésica y anestésica. Aumenta la resistencia a la fatiga física y mental, y sirve para combatir la adicción a la morfina.

La cocaína incentiva la dopamina, que es un neurotransmisor cerebral que nos hace sentir alegres y optimistas. Por ello también le llaman a esa hormona de la felicidad y el placer.

La forma de incentivar naturalmente la dopamina es caminar, trotar, el yoga, entre otros ejercicios y tener una vida sana, sin envidias y ambiciones extremas.

Una forma artificial de incentivar la dopamina es mediante la cocaína, la que por otro lado aumenta los riesgos de trombosis, de infarto al miocardio, de aumento de la presión arterial, derrame cerebral, espasmos musculares, anorexia, temblores, agresividad, pérdida del olfato y del contacto con la realidad, entre otros males.

La cocaína es adictiva y cada vez necesitas mayores dosis y con más frecuencia, para sentir cada vez por menos tiempo sus efectos estimulantes.

Hay tres formas principales de usar la cocaína, aspirándola en polvo, inyectada o fumada en forma sólida mediante el llamado crack, que es más barato, pero lo combinan con químicos que lo hacen más peligroso. De los usuarios del crack, donde la calidad de la cocaína es baja y mezclada con otros ingredientes, provienen el mayor número de muertes.

Los adictos a la cocaína pierden su autoestima y están dispuestos o dispuestas, a todo por una dosis de cocaína. Terminan convertidos en piltrafas humanas, sin valores morales y plagados de enfermedades.

La prohibición de la cocaína no reduce su uso, solo aumenta su precio y enriquece a las mafias que la comercializan. Las autoridades detienen a miles de distribuidores y consumidores que portan cocaína, pero no baja su comercialización ni hay escasez de ese enervante.

Una cuarta parte de las personas encarceladas en EUA cometieron delitos relacionados con el tráfico de drogas, mariguana y cocaína principalmente.

En las fronteras se confiscan miles de kilos de cocaína, pero son más los que pasan. El gobierno de los EUA gasta enormes cantidades para frenar su consumo, pero mientras este prohibida, los principales ganadores son el crimen organizado, que maneja su producción y comercialización por los minoristas en decenas de países en todos los continentes.

La prohibición de la cocaína no impide que los jóvenes consuman esa droga. Su precio, tiene una demanda inelástica, lo que significa que, aunque aumente el precio disminuye poco su demanda.

La venta de cocaína es de los negocios más redituables, por lo que casi siempre está disponible en las cantidades suficientes para satisfacer su demanda.

Las estadísticas nos dicen que su prohibición no baja su consumo estructuralmente, en algunos casos temporalmente, pero generalmente queda igual o aumenta. Lo que incrementa es la violencia y las ganancias del crimen organizado, y pasa a un segundo lugar la ayuda a los adictos, quienes son considerados criminales y no enfermos. Muchos de ellos son extorsionados o encarcelados por tener polvo de cocaína para su uso.

En Nueva York, donde el gobierno prohíbe la venta de jeringas para inyectarse, varios drogadictos usan la misma varias veces. El 60% aproximadamente padece de VIH o SIDA. En Inglaterra donde los drogadictos pueden comprar jeringas con facilidad solo el 1% tiene VIH, antecedente del SIDA.

El VIH, virus de inmunodeficiencia humana, y el SIDA, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, reducen la capacidad del cuerpo para luchar contra infecciones y enfermedades. Hasta ahora no hay cura para el VIH y el SIDA.

Tan solo en 2020, 680 mil personas fallecieron a causa del SIDA.

El Doctor en Ciencias Antropológicas, profesor e investigador del “Centro de Investigaciones y Estudios de Antropología Social (CIESAS) Eduardo Menéndez, en un estudio titulado “Sustancias Consideradas Adictivas, Prohibición, Reducción de Daños y de Riesgos” deja claro que: “lo primero que hay que cambiar es considerar un delito la posesión de droga”.

”25% de las personas encarceladas en el mundo son por comercio y consumo de drogas” “Las políticas prohibicionistas afectan sobre todo a los sectores sociales más pobres”.

“El mayor número de asesinatos está relacionado con la comercialización de drogas prohibidas”.

La American Civil Liberties Union (ACLU) señala en un estudio que:

“La prohibición (de las drogas adictivas) significa el surgimiento del mercado negro, operado por delincuentes y constituido por la violencia”.

Hay datos y ejemplos en diversos países, que la prohibición del licor, mariguana y cocaína, entre otras drogas, no ayuda a reducir su consumo, principalmente entre los jóvenes.

Es mejor explicar y difundir sus efectos negativos en los medios de comunicación masiva y en las escuelas, y reglamentar su consumo más que prohibirlas.

PROHIBICIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

Dudé en abordar este tema pues no tenía claro cuál es la mejor posición ante lo que algunos llaman el oficio más antiguo del mundo.

Consulté estudios sobre la prostitución, y vi algunos muy serios que exponían diferentes alternativas, pero no daban suficientes razones de peso para preferir alguna.

Hay tres posiciones básicas en relación con la prostitución, una el modelo prohibicionista, que considera a la prostituta una delincuente. Si la sorprenden prostituyéndose en la calle la suben a una patrulla, la llevan a una delegación, le aplican una multa o la meten en una celda por un tiempo, pero muchas de esas historias no terminan así, por lo menos en México: la suben a la patrulla y si le va bien no abusan de ella los policías. Y algunos de ellos, los hay honestos, le piden dinero, es decir, la extorsionan.

El modelo legalista, considera legal la prostitución y la policía no tiene el poder de detenerla, multarla o privarla de su libertad.

La tercera opción es el modelo reglamentista en el cual existen reglas para ejercer la prostitución, una de ellas es que la ejerzan en determinados lugares, llamados zonas rojas, como los hay en algunas ciudades.

Me da tristeza cuando veo una prostituta en la calle, pues considero que ese oficio hiere su dignidad humana, pero es casi imposible que deje de existir.

La abundancia de inversión y empleos reduce el número de mujeres dedicadas a la prostitución, pero no la desaparece.

En una visita a la India, país pobre, nos llevaron en un “tour” a una zona de prostitutas donde calculaban había como 20,000.

En otro “tour” a la zona roja en Ámsterdam, Holanda, país rico, vimos, mi esposa y yo, algunas prostitutas en aparadores, se me hizo degradante, pero era un mejor ambiente y más organizado que en la India.

En ambos países, uno pobre y otro rico, hay prostitutas.

Independiente de esas experiencias personales, la mejor opción para ellas y la sociedad es que ejerzan su profesión en zonas determinadas, y combatir la explotación de mujeres que ejercen la prostitución en contra de su voluntad, algunas  menores de edad. Esas situaciones son las que deben evitar y castigar las autoridades.

Lo menos malo es reglamentar la prostitución. En algunas partes, además de confinar su ejercicio a una zona, lo único que le piden es una constancia de las autoridades de salubridad de que están libres de enfermedades venéreas, constancia que no garantiza su salud y el que no transmitan alguna enfermedad.

Un amigo que hace años ocupaba un alto puesto en la Procuraduría de la CDMX, me contó que algunas de las mujeres que vemos en la calle ejerciendo la prostitución son hombres, y cuando se suben al carro llevan a un lugar a su “cliente” y lo asaltan, y casi ninguno denuncia ese tipo de asalto, pues lo pondría en aprietos en su casa.

El modelo prohibicionista no funciona y el legalista conlleva muchos riesgos. No hay que prohibir ni legalizar la prostitución sino regularla.

Hay que alejar la prostitución de la vista de niños y jóvenes menores de edad. Y que la prostituta que acepte a un menor de edad para realizar actividades sexuales, sea acusada de “Corrupción de menores”, (Artículo 201 del Código Penal Federal). Y a quien se le compruebe que obliga a una mujer a ejercer la prostitución contra su voluntad, se le pueda acusar de “Trata de personas”. (Artículo 5 de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas). Esas leyes son el camino para que la prostitución cause menos daños a la sociedad y también a las prostitutas.

No debemos menospreciar a las prostitutas, a las que debemos respetar como a cualquier otra persona, y en todo caso tener piedad de ellas, como lo hizo Cristo con María Magdalena, que el Papa Gregorio 1º la describe como una prostituta, aunque no todos los estudiosos de la Biblia coinciden en que lo era.

PROHIBICIÓN DE CASINOS

La ley seca o prohibición del consumo de alcohol, y de juegos de azar en los Estados Unidos, fueron factores fundamentales para transformar a Tijuana y Ensenada de pequeños pueblitos a las ciudades más visitadas por estadounidenses.

Miles de mexicanos encontraron trabajo y elevaron su nivel de vida al crearse casinos en esas ciudades, que establecieron niveles récord de visitantes, pero a la vez aumentó la prostitución y la violencia en las otrora pobres, pero calmadas ciudades.

Hay dos visiones, ambas con argumentos. Una afirma que los casinos, el hipódromo, y la libertad de tomar alcohol durante la ley seca, dieron lugar a conductas ilícitas y prostituyeron la vida en Tijuana y Ensenada. La otra visión sostiene que gracias a los casinos se crearon miles de empleos, aumentó el nivel de vida de la mayoría de los habitantes de esas dos ciudades, y se redujo la pobreza.

El presidente Lázaro Cárdenas tomó la versión pesimista al considerar antisociales los juegos de azar, conjuntados con la libertad de ingerir bebidas alcohólicas, y prohibió los casinos.

“La prohibición para instalar casinos data del 24 de junio de 1938, cuando en un Decreto, el entonces presidente Lázaro Cárdenas ordenó su abolición, aduciendo que, por su propia naturaleza son focos de atracción del vicio, de mafias y explotación por parte de apostadores profesionales”

Artículo 1º del Decreto: “Quedan prohibidos en todo el territorio nacional, en los    términos de esta Ley, los juegos de azar y los juegos de apuestas”.

Artículo 2º: “Solo podrán permitirse:

El juego de ajedrez, el de damas y otros semejantes; el de dominó, de dados, de boliche, de bolos y el de villar; el de pelota en todas sus formas y denominaciones; las carreras de personas, de vehículos y de animales, y en general toda clase de deportes; los juegos no señalados se considerarán como prohibidos para los efectos de esta ley”.

Es decir, el juego de las escondidas, la lotería, la rayuela, las canicas, el yoyo y la piñata, entre otros, indirectamente quedaban prohibidos, al no estar en la lista de los permitidos, pues dice la ley textualmente que todos los “no señalados se consideraran como prohibidos…”

Al leer esos artículos de una ley que buscaba teóricamente reducir males sociales, no sabía si reír o llorar. Atrás de esas prohibiciones se manifiesta la pretensión de los gobernantes de acumular poder sobre los gobernados, hasta decirles a qué deben jugar y a qué no, lo que es equivalente a ordenarnos qué podemos comer y qué no.

Esa ley del presidente Lázaro Cárdenas, consciente o inconscientemente, beneficio a los mafiosos de los Estados Unidos que, ante la terminación de la prohibición del licor en los Estados unidos, que los benefició, crearon casinos en las Vegas, que convirtió al Estado de Nevada en el 2º de la Unión Americana en colectar más impuestos y el de más visitas de turistas.

La prohibición de casinos en Tijuana en 1938 le quitó la principal competencia a las Vegas que, de un pueblito en medio de un desierto hasta los años 30, en 1941, tres años después de prohibirse los casinos en Tijuana, los principales mafiosos de los EUA, que hicieron sus fortunas con la prohibición del alcohol, empezaron a construir casinos, y convirtieron a las Vegas en el centro de juegos y diversiones más grande del mundo.

¿Podría haber sido Tijuana más importante que Las Vegas si no prohíbe Cárdenas los casinos en 1938?

Si en Tijuana y en Ensenada no hubieran prohibido los juegos, serían actualmente centros de diversiones igual o mejor que las Vegas.

En 2021 las Vegas, en medio de un desierto, recibió 33.8 millones de turistas, en Cancún, rodeado por playas, bosques, cenotes y otros atractivos naturales, 4.5 millones, 8.5 veces menos que las Vegas.

En el Estado de Nevada no hay impuestos sobre la renta ni a las empresas, solo a las ventas, que en promedio son de 8.3%. En total los impuestos que pagan las empresas y personas físicas en ese Estado son aproximadamente del 9.6%, mucho más bajos que los de Cancún, donde las grandes empresas, sumando los impuestos locales, estatales y federales pagan en impuestos el 55% de sus ganancias. (Fuente: Banco Mundial).

En 2021 según mis cálculos, con base en datos oficiales de ambos países, en las Vegas el gobierno recaudó 33.6 mil millones de dólares de impuestos, mientras en Quintana Roo, con impuestos más altos, se recolectó el equivalente a 1,700 millones de dólares, 8.5 veces menos que en Nevada.

En Cancún, sin casinos, como en las Vegas, hay prostitución: “En internet, redes sociales y en la vía pública, el “comercio de la carne” se oferta las 24 horas del día sin problema alguno en Cancún…” se comentó en un foro donde se analizó la explotación sexual infantil, organizado por Ecpat, una asociación que combate la explotación sexual de menores.

En cuanto a la prohibición de casinos escribió un periodista de Tijuana:

“Cuando en 1933 se derogó la “Ley Seca”, el casino de Agua caliente no tuvo problemas, porque el negocio no era la venta de licores, sino la jugada (…) se cerró cuando el presidente Lázaro Cárdenas (1938) prohibió los juegos en toda la República, (…) inmediatamente después del cierre de Agua Caliente y de todos los casinos, Tijuana se quedó sola; todos nos fuimos a trabajar a los Estados Unidos”.

En 1947, el presidente Miguel Alemán cambió la legislación y creó la posibilidad de abrir casinos en México. Actualmente hay autorizados 850, pero solamente se han abierto 379 hasta el 2022, por el miedo a los cambios frecuentes en las leyes en México, que causan incertidumbre entre los inversionistas.

PROHIBICIÓN DE IMPORTACIONES

El proteccionismo es una política que teóricamente busca el desarrollo de la industria nacional de un país, mediante altos aranceles, impuestos a las importaciones o prohibición de la importación de artículos extranjeros, para evitar, dicen, que desplacen a empresas y a trabajadores mexicanos.

A primera vista parece una medida lógica, pero al analizar fríamente sus resultados a mediano y largo plazo perjudican en primer término a los consumidores, quienes reciben generalmente artículos nacionales sin competencia por el proteccionismo, más caros y de menor calidad que los importados.

Esa situación, además de bajar el nivel de vida de la mayoría de los ciudadanos reduce las innovaciones, la calidad de los productos protegidos y propicia el contrabando.

Hay concepciones equivocadas en cuanto a las exportaciones e importaciones. Lo que eleva fundamentalmente el nivel de vida en un país es la producción interna de bienes y servicios y lo que importa, es decir, las mercancías que llegan del exterior; pero para importar hay que exportar, para tener recursos con que pagar las importaciones.

Mi nivel de vida no aumenta por el dinero que recibo por trabajar, sino por lo que puedo comprar con mi salario, los mismo pasa con el intercambio entre países. Lo que vendo a otros países, las exportaciones, nos dan recursos para comprar productos en el extranjero e importarlos, lo que permiten ofrecer más mercancías a los mexicanos, a quienes le da un mayor poder adquisitivo.

Ese razonamiento, que a veces me cuesta trabajo que entiendan mis alumnos, se olvida entre las autoridades, las que parten del supuesto que exportar beneficia por sí mismo a un país, lo cual es falso, exportar solo es el medio para importar productos, que son los que ayudan a aumentar el nivel de vida de más mexicanos.

Por un momento imaginémonos que un gobernante prohíbe totalmente las importaciones, y solo utilizamos en los procesos productivos las maquinarias y herramientas hechas en México, y en las tiendas solo se vende lo “Hecho en México”. ¿viviría mejor la mayoría o aumentaría la pobreza?

¿Qué pasaría si exportamos todo lo que producimos y no importamos nada?

Si sabemos sumar y restar es claro que sin comercio exterior seríamos más pobres, y en el supuesto de que exportáramos todo y no importáramos nada, se morirían miles de mexicanos de hambre.

Un emperador chino le dijo a Marco Polo que habían construido la Muralla China porque no necesitaban de los demás países, lo cual no era verdad, la levantaron para defenderse de los ataques de los nómadas mongoles.

China es actualmente el país que más produce y exporta en el mundo. Elevó su nivel de vida rápidamente en las últimas 4 décadas, al abandonar el capitalismo de Estado o socialismo, y adoptar en sus famosas Zonas Económicas Especiales una economía de mercado con competitividad mundial.

Los chinos hasta finales de los años 70 del siglo pasado vivían en la escasez, ahora viven con una relativa abundancia de bienes, por la alta producción interna y sus importaciones. China es el país que más exporta en el mundo y es el 2º país que más importa en el mundo, lo que es una de las principales causas del incremento del nivel de vida de los chinos.

Estados Unidos es el segundo país que más exporta, pero el primero que más importa.

A pesar del rápido crecimiento de China en las 4 últimas décadas, todavía su PIB por habitante, de 12,552 dólares, aunque mayor al de México, 9,926.4, es 5.5 veces menor al de EUA, 69,287 dólares. (Datos del Banco Mundial, 2021).

El proteccionismo, encarecimiento o prohibición a las importaciones, nos enseña la experiencia mundial, obstaculiza la elevación del nivel de vida, son las importaciones junto con un aumento de la producción interna, las bases del incremento del nivel de vida de la mayoría.

Un comerciante no se hace rico, “per se” con lo que vende, sino con los recursos que recibe de lo que vende, que eleva su poder de compra y son la base del mejor nivel de vida.

PROHIBICIÓN DE IMPORTAR VACUNAS A PARTICULARES

La escasez de medicinas no es un fenómeno exclusivo de México ni del actual gobierno, pero se agudiza por decisiones equivocadas de las autoridades sanitarias del actual gobierno federal.

En un estudio presentado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, titulado el Mercado de Medicamentos en México: Retos y oportunidades, encontré algunas afirmaciones que nos dan una idea de las causas del desabasto de medicinas en México. Una de las premisas del estudio dice:

“Con la administración actual cambió el modelo de operación de algunos sistemas sanitarios. Sin embargo, se han manifestado deficiencias en su capacidad para administrar la compra, almacenamiento, distribución y abasto de medicamentos en el país”.

Otras afirmaciones tomadas del texto de este estudio nos dejan ver fallas que cooperaron con el desabasto: “riesgo de falta de transparencia para la compra de medicamentos en el extranjero.”, “compras atrasadas de medicamentos por el gobierno”, “compras por adjudicación directa”, “No hubo esfuerzos coordinados gobierno e iniciativa privada.” (terminan las citas del estudio).

Entre los medicamentos que más escasearon en 2020 y 2021 en México están los relacionados con la diabetes, cáncer, reumatología, hipertensión y las vacunas.

Al presidente López Obrador le comunicaron que habían heredado un sistema corrupto en la compra de medicinas, lo que es cierto. Él ordenó que había que cambiarlo, pero sus funcionarios desmantelaron el sistema anterior sin tener armado ni estudiado el que lo iba a sustituir.

El Dr. Xavier Tello, autor del libro “La tragedia del desabasto”, dice que el desabasto es resultado de una “fatal combinación entre ignorancia, incompetencia e ideología”, de los funcionarios encargados de la compra y comercialización de medicinas.

Otros factores que agravaron el problema fue la erradicación del Seguro Popular, un mal manejo del COVID, y el desmantelamiento del sistema de compras, sin tener listo un remplazo viable de proveedores sustitutos.

También llegó la escasez de medicinas a hospitales y farmacias privadas, por los obstáculos y lentitud en otorgar los permisos para importar y comercializar medicinas a los hospitales, mayoristas y farmacias de particulares.

En el caso de las vacunas contra el COVID, su escasez se debió a la decisión del gobierno de prohibir la importación de vacunas por particulares y monopolizar su comercialización, para que el pueblo agradeciera al partido en el poder su aplicación.

La politización de la aplicación de vacunas para ganar votos en las elecciones a costa de más enfermos de COVID y su compra tardía por desorganización y esperar que la ONU les regalara vacunas, aumentó las muertes por COVID.

El no aplicar vacunas conjuntamente el gobierno y los particulares, como en la mayoría de los países democráticos, retardó su aplicación, se formaron grandes colas para poder vacunarse y se perdieron miles de horas de trabajo.

PROHIBIR PRODUCIÓN DE PETRÓLEO Y ELECTRICIDAD A PARTICULARES

Uno de los argumentos de los gobiernos socialistas para que los gobernantes monopolicen los principales sectores de la economía, hasta consolidar un capitalismo monopólico de Estado, es que la propiedad del Estado de esos sectores, garantizan la soberanía nacional, y en el caso de las gasolinas y de la electricidad aseguran su distribución para todos a menores precios. Esas afirmaciones son contrarias a la realidad.

Si analizamos la cada vez peor situación de PEMEX y la CFE, vemos que lejos de garantizar la soberanía nacional cada día la reducen más con el aumento de sus pérdidas, deudas y la creciente necesidad de recursos, que toma el gobierno de los impuestos y se los transmite como apoyos y subsidios a PEMEX y CFE.

En abril del 2022 de la gasolina consumida en México, 753,129 barriles diarios, se importaron 390,000 de los Estados Unidos, más de la mitad, 51.7%.

En 2021 el 68% del gas que se consumió en México fue importado por ductos de los EUA.

Si los Estados Unidos frenan por una semana las exportaciones de gasolina y gas a México causan un caos económico no visto por la actual generación de mexicanos.

La propiedad monopólica del petróleo por el gobierno no garantiza la seguridad nacional, sino que la reduce.

Ante la ineficiencia y corrupción en el monopolio estatal petrolero, es mejor para la seguridad y soberanía nacional, que empresas privadas nacionales o extranjeras, aumenten la producción de gasolinas en el territorio mexicano a comprar más de la mitad a los EUA.

La empresa estatal de electricidad desde gobiernos anteriores se caracteriza por tener personal de sobra, prestaciones y pensiones privilegiadas. En 2018 todavía tuvo una pequeña ganancia, pero en 2021 ya generó pérdidas y hasta mediados del 2022 sigue en números rojos.

La CFE frenó la generación de electricidad de compañías privadas porque el kilowatt hora lo ofrecían dos y tres veces más barato que la paraestatal. La generación de la electricidad de las nacientes empresas eléctricas privadas provenían básicamente de energías limpias, no de no renovables: gas natural, derivados del petróleo y carbón, como en la CFE.

La apertura con EPN para que empresas privadas empezaran a generar electricidad y a extraer petróleo en México, la frenó el actual gobierno, aludiendo que van contra “la soberanía nacional”, de la que, según ellos, forman parte los monopolios estatales. Terminaron con las nacientes compañas eléctricas privadas porque ponían en evidencia la creciente ineficiencia de la CFE.

Regresamos al completo monopolio estatal de la electricidad y del petróleo del siglo pasado, que creó la necesidad de un mayor endeudamiento y de importar cada día más derivados del petróleo de los EUA.

Las pérdidas del monopolio estatal petrolero se incrementaron en 51.1% de 2018 al 2021.

El déficit de la balanza petrolera aumentó de 23,189 millones de dólares en 2018 a 24,656 millones en 2021, un 6.3%, a pesar que en diciembre del 2021 los precios del barril del petróleo fueron 30.6% superiores a los de diciembre del 2018.

El IMCO concluye en un análisis de la situación económica de PEMEX, titulado Pemex en la Mira: “Entre enero de 2019 y junio del 2022 el gobierno federal apoyó a Pemex con 792.3 mmdp por concepto de aportaciones patrimoniales, estímulos fiscales y otros apoyos. Este monto equivale a 1.6 veces los recursos ejercidos por la Secretaría de Salud durante ese periodo (503.8 mmdp)”.

La única salida de Pemex es abrir la producción y comercialización del petróleo a empresas privadas, pero si con el cuento de que el monopolio por el Estado garantiza nuestra soberanía se mantiene, que en realidad es por razones ideológicas y porque permite el manejo arbitrario de miles de millones a los funcionarios, cada día dependeremos más de la importación de gasolinas y sus derivados de los Estados Unidos.

DESPROHIBICIÓN ES LA SOLUCIÓN

Un gobierno democrático solo debe prohibir aquellas conductas que perjudiquen a terceros, como el robo, el fraude y el asesinato.

Toda acción que prive de su libertad a una persona por cometer una acción considerada como delito, debe apoyarse en una orden judicial, fundamentada en leyes generales, aprobadas por legisladores del poder legislativo, y ejecutadas por miembros de un poder judicial, independiente del poder ejecutivo, como debe ser en una verdadera democracia, donde uno de sus cimientos es la división de poderes.

Para evitar que un gobierno caiga en la dictadura, las prohibiciones deben proteger los derechos humanos fundamentales: a la vida, a la propiedad y a la libertad y no monopolios estatales, fuentes de ineficiencias, saqueo y corrupción.

El ejercer un mayor poder, que es una tendencia de muchos gobernantes, encuentra un campo fértil en las prohibiciones innecesarias: ¡No puede pasar por aquí!, nos dice muchas veces un vigilante o policía. Esa orden u advertencia lo hace sentirse poderoso y útil.

Hay quienes, sin mando alguno, sin poder ordenar a otros lo que tienen que hacer o no hacer, se sienten desgraciados, y cuando ocupan un puesto público no consideran que su función es coordinar la vida de los demás, ayudarles a resolver sus problemas, sin ordenarles lo que deben hacer o impedirles hacer otras.

La función de un gobierno democrático es garantizar los derechos humanos a los ciudadanos, entre los cuales se encuentra la libertad, la que le limitan con prohibiciones superfluas e innecesarias, pero que les dan poder a los funcionarios y excusas para extorsionar a pobres, clase media y ricos.

Dictadura: Sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio. Enrique Jardiel Poncel

La palabra dictador proviene del latín “dictator” el que dicta. Un dictador es quien abusa del poder y la autoridad.

Otra definición de dictador es “persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos y apoyado en la fuerza los ejerce sin limitación alguna”.

El camino a la dictadura se toma cuando un gobernante en lugar de gobernar con la Constitución, cuyo fin fundamental es dejarle claro lo que tiene permitido, la modifica para hacer lo que se le da la gana.

Un dictador cerca con prohibiciones al pueblo, a los ciudadanos, para que tengan que pedirle permiso para moverse, abrir una empresa, trabajar, ejercer su libertad y gasten la mitad de su tiempo, no en trabajar ni en producir, sino en colas en las dependencias públicas para obtener permisos para fabricar, trabajar, comerciar, construir y hasta para pagar impuestos.

A los gobernantes con espíritu de dictadores les gusta prohibir, pues les da más poder. En México tenemos un exceso de prohibiciones.

Es necesario una desprohibición para reducir la burocratización de trámites, que le complican la vida a quienes producen, limitan las libertades de los ciudadanos, les roban su tiempo y les dan más poder a los gobernantes, muchos de los cuales viven de recibir dinero para simplificar lo complicado, y acortar los tiempos para lograr permisos y no multarlos o clausurar su negocio por no cumplir con una inútil y lenta tramitología, que solo se acelera si se “aceitan” los tramites con dinero.

Hay que:

Desprohibir las importaciones, entre ellas las de medicinas y vacunas por los particulares.

Desprohibir toda acción o conducta que, mediante leyes y permisos, limite las decisiones o acciones productivas de los ciudadanos, que no ponen en peligro la vida, la propiedad o la libertad de otros ciudadanos.

Desprohibir la generación de energía eléctrica y extracción de petróleo para que, como en los países desarrollados, empresas privadas puedan generar electricidad, extraer y refinar petróleo.

Hay que terminar con el cuento chino, que ni los chinos lo creen, que mantener los monopolios estatales del petróleo y de energía eléctrica por los gobernantes, nos garantizan soberanía e independencia, pues hasta ahora solo han asegurado pérdidas, mayor deuda, más dependencia de los Estados Unidos, y un saqueo de los recursos petroleros y eléctricos por los funcionarios y sindicatos de PEMEX y de CFE.

En México, cada presidente modifica la Constitución y las leyes secundarias a cada rato, lo que implica una ausencia de estabilidad jurídica que desincentiva la inversión, la creación de empleos y el crecimiento del país.

En EUA se ha modificado la Constitución, durante 228 años de vigencia una sola vez, la que implicó 27 enmiendas para garantizar los derechos individuales.

En México hemos tenido 4 Constituciones, la actual, con 105 años de vigencia ha sufrido a la fecha 707 modificaciones.

El presidente López Obrador en 4 años de gobierno ya implementó 25 reformas constitucionales, casi las mismas a las realizadas en EUA en 228 años. Y ya tiene listas 3 reformas más a la Constitución para finales del 2022 o el 2023, una para consolidar los monopolios estatales de la electricidad y el petróleo. Prohibir totalmente la participación de empresas privadas en esos sectores. Otra para restarle independencia al INE, y la otra para incorporar la Guardia Nacional a la Sedena.

En EUA las 27 enmiendas a su Constitución, también conocidas como “Carta de derechos” tuvieron como objetivo garantizar la libertad de los ciudadanos: libertad de prensa, de expresión, de religión y limitan al gobierno: no pueden condenar a un ciudadano ni expropiarle bienes sin juicio previo.

En México la mayoría de las enmiendas son para darle más poder al gobierno, monopolizar sectores de la producción, como el petróleo y la electricidad, que han fracasado en su manejo, como también sucedió con la empresa que crearon para explotar el Uranio y sucederá con la monopolización estatal más reciente, la del litio.

La ambición de los funcionarios por concentrar más poder mediante prohibiciones, permisos y autorizaciones para producir, comprar, vender, importar, comerciar, construir, entre otras actividades económicas, aumentan los costos de producción y reducen los incentivos para incrementar la inversión, los empleos y la actividad económica.

 Los altos niveles de impuestos a las ganancias en México, 55%, por arriba del promedio mundial (40.4%), de los de EUA (36.6%) y Canadá (24.5%), promueven la migración de capitales, desincentivan la inversión nacional y extranjera, precursoras de empleos y crecimiento económico. (Fuente: Tasa tributaria total, % de utilidades comerciales, Banco mundial y Doing Business).

Menos prohibiciones y bajos impuestos, más inversiones, más empleos, mejor nivel de vida y menos pobreza para la mayoría.

Estas verdades, basadas en una lógica elemental, por ignorancia o ideología, no pueden o no las quieren ver muchos de nuestros gobernantes.

Luis Pazos

Conferencista de temas económicos, financieros y políticos. Autor de libros sobre economía, finanzas y análisis político.