Precios de garantía, un error

AMLO puso en marcha el programa de precios de garantía, para pequeños y medianos productores del campo, para cuatro productos: maíz, frijol, trigo panificable, arroz y leche fresca.

¿Qué se pretende con los precios de garantía? Garantizarle al productor, vía un precio garantizado, el ingreso que le permita recuperar sus costos de producción y seguir produciendo, todo lo que sea, en el plano de las intenciones, resulta irreprochable. Ojalá y que todo productor podría vender al precio que le permite recuperar los costos de producción, seguir produciendo, seguir ganando la vida con esa actividad.

El problema, para los productores, es que, en la materia de los precios, la última palabra no tiene ellos sino los consumidores. Los productores se fijan en el precio que se ofrece su producto, y en el mismo lugar que los consumidores deciden si compran o no. Si deciden comprar no hay problema. Pero si decidimos no hacer lo que es necesario para el productor a un precio con la intención (a partir de la Ley de la Demanda: ceteris paribus , un menor precio mayor cantidad demandada), de incentivar las compras.

Si los usuarios, al no comprar, no se producen, ni a su vez, ni a su vez, ni a su opinión ni a su opinión. más competitivo, capaz de ofrecer un precio menor, o bien, sin embargo, no lo hemos logrado, sino que también ha sido suficientemente productivo. ¡Nadie dijo que la actividad económica, por el lado de la producción, resultaría fácil!

Los precios de la garantía, garantizados por el gobierno, pretenden garantizarle al productor un precio que alcance para cubrir sus costos de producción, con la intención de que siga produciendo, y se aplique cuando los usuarios no estén prestados a un precio de pago, por lo que Los precios de la garantía, el pan pan y el vino vino, son un subsidio.

Supongamos que el producto es el precio de 10 pesos, siendo el precio que el productor recupera su costo. El gobierno, momento de preguntar ¿de dónde salen esos 2 pesos? Del bolsillo de los contribuyentes, de la misma manera que el gobierno obliga a los contribuyentes a hacer lo que, como a los consumidores, no están dispuestos a hacer: pagar 2 pesos más por X.

En una economía bien gestionada, ¿quién decide qué se produce y qué precio se ofrece? El consumidor. ¿Cómo? Comprando o no. Los precios de garantía pretenden mantener la producción de una mercancía que, al mismo tiempo que se ofrece, ya no están dispuestos a comprar los consumidores. Los precios de la garantía son los propios gestores de las gestiones. Ya estamos en ello.

Correo electrónico: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter: @ArtyuroDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .