Diez razones por las que no votaré en la elección de juzgadores del domingo.
I.- Porque el nombramiento para un puesto de juzgador debe ser meritocrático, en función del trabajo bien hecho a lo largo de los años, no democrático, determinado por la votación de una mayoría. Lo que estamos padeciendo es una hipertrofia (crecimiento exagerado y desordenado), de la democracia, algo peligroso.
II.- Porque, dada la magnitud de la elección (en 19 estados se usarán 10 boletas para elegir 53 juzgadores y en los otros 13 se utilizarán 6 para elegir 39), no podría emitir un voto mínimamente informado y responsable.
III.- Porque los votos no serán contados, ¡cómo debe ser!, por los ciudadanos, en las casillas, terminada la elección, sino en las instalaciones del INE.
IV.- Porque los resultados no se conocerán, ¡cómo debe ser!, el mismo día de la elección.
(La justificación de los dos puntos anteriores es que, dado el tamaño de la elección, es imposible tener los resultados el mismo día. Si dos de los requisitos de la democracia, el conteo ciudadano de los votos y la publicación de los resultados de las casillas el mismo día, no pueden cumplirse la elección no debe realizarse).
V.- Porque no se cancelarán las boletas sobrantes.
(Los tres últimos puntos implican que en la elección de juzgadores no se cumplirá con tres de los requisitos indispensables de la democracia: conteo ciudadano de votos, publicación de los resultados de las casillas el mismo de la elección, cancelación de las boletas sobrantes, razones más que suficientes para no avalar una elección tan antidemocrática).
VI.- Porque el resultado de la elección puede ser, con una alta probabilidad, un Poder Judicial, comenzando por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, subordinado al Poder Ejecutivo.
VII.- Porque un Poder Judicial subordinado al Poder Ejecutivo será el tiro de gracia a la división de poderes en México y al Estado de Derecho. El resultado será (parafraseando a Vargas Llosa), la dictadura perfecta sobre recargada.
VIII.- Porque hay candidatos éticamente cuestionables (entre 13 y 24 candidatos ha sido señalados de alto riesgo por tener antecedentes penales y/o estar ligados al narco, y a 21 candidatos, el 55.3%, al Tribunal de Disciplina Judicial, se les han detectado conflicto de intereses), y laboralmente inexpertos (por no tener experiencia en la impartición de justicia: el 68% de los candidatos carece de experiencia directa en la materia).
IX.- Porque se van a elegir a los cinco integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal, cuya tarea será, muy probablemente, vigilar que los juzgadores actúen disciplinadamente (se trata de un tribunal de DISCIPLINA judicial), conforme, sobre todo en los casos relevantes, a los intereses del Poder Ejecutivo.
X.- Porque ir a la casilla y anular mis boletas le sumaría una persona más al cómputo del número de asistentes, haciéndole el caldo gordo al gobierno.
La intención de AMLO fue, uno, centralizar las funciones de los organismo autónomos del Estado en las manos del gobierno y, dos, centralizar las funciones del gobierno en las manos del Poder Ejecutivo. Con la reforma al poder judicial da un paso más en esa dirección. ¿Qué resta? Quitarle la autonomía al INE (ya muy mermada), al INEGI y al Banco de México.
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