Leemos, en el Art. 21 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que “en caso de que durante el ejercicio fiscal disminuyan los ingresos previstos en la Ley de Ingresos, el Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría (de Hacienda), podrá aplicar las siguientes normas de disciplina presupuestaria: I. La disminución de alguno de los rubros de ingresos aprobados en la Ley de Ingresos, podrá compensarse con el incremento que, en su caso, observen otros rubros de ingresos aprobados en dicha Ley (…) II. La disminución de los ingresos del Gobierno Federal, asociada a menores ingresos petroleros, así como a una menor recaudación de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos que no tengan fin específico, por debajo de los estimados para la Ley de Ingresos, se podrá compensar con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (…) III. La disminución de los ingresos distintos a los que se refiere la fracción II de este artículo se compensará, una vez efectuada en su caso la compensación a que se refiere la fracción I, con la reducción de los montos aprobados en los presupuestos de las dependencias, entidades, fondos y programas…”.
Lo anterior implica que la ley sí prevé situaciones en las cuales, como sucederá este año, los ingresos previstos en la Ley de Ingresos resulten menores a los recursos considerados en el Presupuesto de Egresos, situaciones que, por prudencia, deben preverse.
Sin embargo, pese a que esas previsiones existen, AMLO mandó al Congreso de la Unión una iniciativa para que se modifique el Art. 21 de la citada ley, de tal manera que se incluya lo siguiente: “En caso de que se presenten emergencias económicas la Secretaría (de Hacienda) podrá reorientar recursos asignados en el Presupuesto de Egresos para destinarlos a mantener la ejecución de los proyectos y acciones prioritarios de la Administración Pública Federal”, todo ello sin la necesidad de pasar por el análisis, discusión, rechazo o aprobación del Congreso de la Unión, todo ello sin restricción de ningún tipo, lo cual sería un serio golpe a la división de poderes y al equilibro entre ellos, equilibrio entre poderes y división entre ellos que ya se encuentran por demás comprometidos, todo a favor del Ejecutivo Federal.
Se agrega que “para efectos del párrafo anterior, las dependencias y entidades deberán efectuar las adecuaciones necesarias para reducir sus recursos autorizados en el Presupuesto de Egresos y traspasarlos a la Secretaría (de Hacienda). Lo anterior sin perjuicio de que la Secretaría pueda realizar los ajustes correspondientes”.
De aprobarse la iniciativa de AMLO él tendrá el poder absoluto sobre el presupuesto.
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