Leemos, en el artículo 26 constitucional, que “el Estado (que para todo efecto práctico es el gobierno en turno), organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional”, por lo que “habrá un plan nacional de desarrollo al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración Pública Federal”, Plan Nacional de Desarrollo 2019 – 2024 (PND) que fue presentado el pasado 30 de abril.
Lo primero que hay que decir es que el PND no es resultado de la planeación democrática, sino de las ideas de AMLO en materia de política y gobierno, política social, economía, y visión 2024, los cuatro grandes temas del PND. Basta con ver su presentación y los temas que allí se exponen para comprobarlo: honradez y honestidad; no al gobierno rico con pueblo pobre; al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie; economía para el bienestar; el mercado no sustituye al Estado; por el bien de todos primero los pobres; no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera; no puede haber paz sin justicia; el respeto al derecho ajeno es la paz; no más migración por hambre o violencia; democracia significa el poder del pueblo; ética, libertad, confianza. Son los temas que se recogen en el libro de AMLO 2018 La Salida, de febrero de 2017. Son los temas de lo que fue el Proyecto de Nación 2018 – 2024, de noviembre de 2017. Son parte de los 126 compromisos que AMLO asumió el 1 de diciembre, en la toma de posesión. Son los temas de AMLO.
Lo segundo que hay que decir es que, ¡afortunadamente!, el PND no es un plan nacional, al cual todos deberíamos sumarnos, sino el programa de gobierno, al cual solo debe sumarse la Administración Pública Federal. Un plan de desarrollo verdaderamente nacional nos obligaría a todos y supondría un proyecto de nación, el del gobernante en turno, al cual todos tendríamos que sumarnos, lo cual sería arbitrario. No necesitamos un proyecto de nación, sino una nación en la cual cada quien, sin ningún privilegio otorgado por el gobierno, y con la única condición de respetar los derechos de los demás, pueda sacar adelante sus propios proyectos. Esto es lo que corresponde a una sociedad donde se respeta la libertad individual y la propiedad privada.
Lo tercero que hay que decir con relación al PND es que no pasará mucho tiempo antes de que se olvide, antes de que se convierta en un documento obsoleto, que en su momento sirvió para cumplir con la Constitución y para que se escribieran algunos artículos (como éste) en los que se comentó y analizó. ¿Algo más? Nada más. ¿Quién se acuerda del PND 2013 – 2018? ¿Alguien lo revisará para ver qué se cumplió y qué no? Y de lo que no se cumplió, ¿le pediremos cuentas a EPN? Dentro de seis años, ¿alguien revisará el PND 2019 – 2024? Y alguien, ¿le pedirá cuentas a AMLO?
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