El primer poder del gobierno, sin el cual no sobrevive, es el poder cobrar impuestos, el poder obligar al contribuyente a entregarle parte del producto de su trabajo.
Ese poder incentiva, por el lado del gasto, conductas irresponsables: si yo, gobierno, puedo obligar al contribuyente a entregarme una mayor parte de su ingreso entonces puedo gastar de manera irresponsable. Y la primera irresponsabilidad gubernamental en materia de gasto es gastar en lo que el gobierno no debe gastar, gasto que hoy es regla no excepción, desde becas para ninis hasta precios de garantía para productos agrícolas.
En México basta y sobra que el Ejecutivo proponga cobrar más impuestos, y que el Legislativo lo apruebe, para que el contribuyente tenga que tributar más. Lo anterior quiere decir que en México el derecho de propiedad privada sobre los ingresos no está, ni plenamente reconocido, ni puntalmente defendido, ni jurídicamente garantizado, todo lo cual es propio, no del Estado de Derecho, sino del Estado de chueco.
Lo anterior viene a cuento porque hace unos días se filtró, a través de las redes sociales, lo siguiente: “El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el diputado Alfonso Ramírez Cuellar, de la bancada de MORENA, propondrá en el próximo periodo del Congreso la ‘tenencia’ para celulares y computadoras, mismas que aplicarían para cada celular y computadora existente en el país, con un costo aproximado de esta tenencia de $ 300.00 anuales, con lo que esperan recaudar un monto aproximado de $ 30,000 MDP anuales”, lo cual de entrada implicaría, en el sentido literal del término, una doble tributación, puesto que al comprar celulares y computadoras se paga el IVA.
Suponiendo que sea cierta, y que se apruebe, la propuesta de Ramírez Cuellar es una muestra de lo señalado: la total y absoluta discrecionalidad del gobierno a la hora de decidir qué impuestos cobrar, a qué tasas cobrarlos y a quiénes cobrárselos, muestra de que ese primer poder del gobierno, el poder para obligar al contribuyente a entregarle parte del producto de su trabajo, no tiene más límite que la paciencia de los contribuyentes, misma que, en el caso de los contribuyentes mexicanos, es, para beneficio del gobierno, considerable.
Suponiendo que sea el caso, ¿vamos a permitir que se nos cobre un impuesto por tener teléfono celular y computadora? Si se aprueba, dicha tenencia será legal, pero de ninguna manera justa. Y en materia de impuestos, del gobierno metiendo la mano en los bolsillos de los ciudadanos, lo importante es la justicia.
Los recursos obtenidos por el cobro de la nueva tenencia se destinarían a financiar los programas prioritarios del AMLO, desde los precios de garantía para productos agrícolas hasta las becas para ninis, gastos que el gobierno no debe hacer.
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