Neoliberalismo

Lo primero que hizo AMLO al pronunciar su discurso de toma de posesión fue culpar al neoliberalismo, y comparar la era neoliberal (1983 – 2018) con la época del Desarrollo Estabilizador (1958 – 1970) y con los tiempos de la Docena Trágica (1970 – 1982). Afirmó que durante el Desarrollo Estabilizador “la economía del país no solo creció al 6 por ciento anual sino que este avance se obtuvo sin inflación y sin crecimiento de la deuda pública”, mientras que a lo largo de la Docena Trágica “la economía también creció a una tasa del 6 por ciento anual pero con graves desequilibrios macroeconómicos, es decir, con inflación y endeudamiento”.

El crecimiento promedio anual de la economía mexicana entre 1958 y 1970 fue 6.8 por ciento, y la inflación, también en promedio anual, fue 2.6 por ciento. Entre 1971 y 1982 la economía creció, en promedio anual, 6.2 por ciento (8.8 por ciento menos que en el período anterior) y, también en promedio anual, la inflación fue 19.7 por ciento (657.7 por ciento más que en el período anterior).

De 1983 a 2018, los años del neoliberalismo, el crecimiento promedio anual de la economía mexicana fue 2.5 por ciento, combinado con una inflación, también en promedio anual, del 8.5 por ciento, siendo el bajo crecimiento lo primero que AMLO le reprocha al modelo neoliberal, sobre todo comparado con los resultados que, en la materia, se obtuvieron durante el Desarrollo Estabilizador y a lo largo de la Docena Trágica.

Durante los tres últimos sexenios (Fox, Calderón, Peña), en lo que va del siglo XXI, el crecimiento promedio anual de la economía fue 2.3 por ciento y, también promedio anual, la inflación fue 4.5 por ciento. Lo mínimo a lo que debemos aspirar es a que las cifras se inviertan: que el crecimiento sea mayor al 4 por ciento y que la inflación sea menor al 3 por ciento.
Para lograr lo primero (mayor crecimiento) el gobierno debe generar seguridad y confianza para que los empresarios, tanto nacionales como extranjeros, inviertan directamente más en México. AMLO se comprometió a que “las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros están seguras y se crearán las condiciones para obtener buenos rendimientos”, precisamente lo que se necesita para lograr un mayor crecimiento de la economía mexicana.

Para conseguir lo segundo (menor inflación) se requiere el total y definitivo respeto a la autonomía del Banco de México, respecto a lo cual AMLO dijo que “se respetará la autonomía del Banco de México”, ni más ni menos de lo que se necesita para que la inflación resulté menor.

Lo curios es que ambos elementos, dar seguridad a los empresarios para que inviertan directamente, y respetar la autonomía del banco central, son rasgos esenciales del llamado neoliberalismo, el mismo al cual AMLO le ha echado la culpa de buena parte de nuestros males.

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .