Si hay un economista, además de Adam Smith (1723 – 1790), con el que tengo una deuda intelectual, ese es Ludwig von Mises (1881 – 1973), uno de los representantes más importantes, junto con Friedrich August von Hayek (1899 – 1992), de la Escuela Austriaca de Economía, fundada por Carl Menger (1840 – 1921), habiendo sido uno de su principales divulgadores Henry Hazlitt (1894 – 1993), y de la cual se desprenden, lógicamente, las propuestas anarcocapitalistas (ojo: anarco, no narco), de Murray Rothbard (1926 – 1995), y Hans – Hermann Hope (1949 – ), de quien hay que leer Democracy, the God that failed: the economics and politics of monarchy, democracy, and natural order (2001).
Las tres principales obras de von Mises son: La teoría del dinero y el crédito (1912), El socialismo: un análisis económico y sociológico (1922), y La acción humana: tratado de economía (1949), el mejor tratado sobre la materia escrito hasta hoy. Las dos últimas están publicadas, en español, por Unión Editorial. Cualquiera que aspire a ser buen economista debe estudiar la obra de von Mises.
(Los tres grandes tratados de economía que hay que leer son: La acción humana: tratado de economía (1949), de von Mises; El hombre, la economía y el estado (1962), de Murray Rothbard; Universal economics (2018), de Armen A. Alchian (1914 – 2013) y William R. Allen (1924 – 2021), todavía no traducido al español. Al que le interese conocer los fundamentos de la Escuela Austriaca de Economía le recomiendo la excelente Introducción a la escuela austriaca de economía (2012), de Gabriel J. Zanotti (1960 – ), Unión Editorial).
Además de las que podemos calificar como las tres principales obras de von Mises hay otras, menores en cuanto a su extensión, entre las que se encuentran: Liberalismo (1927), Crítica del intervencionismo (1929), Problemas epistemológicos de la economía (1933), Gobierno omnipotente: el ascenso del estado total y de la guerra total (1944), Burocracia (1944), Teoría e historia (1957), y El fundamento último de la ciencia económica (1966).
Mención aparte, porque, como lo señala Carolina R. de Bolívar, quien fuera presidenta del Instituto Cultural Ludwig von Mises, “es la única propuesta, hasta el momento conocida, que Ludwig von Mises escribiera específicamente para un país”, merece Problemas económicos de México, texto que fue encontrado, en 1997, por Bettina Bien Greaves (1917 – 2018), quien participó en el famoso seminario de von Mises en la Universidad de Nueva York (1948 – 1969), compiladora del Free market economics, a basic reader (1975), y autora del Free market economics, a syllabus (1975), ambos publicados por The Foundation for Economic Education, y heredera de los documentos que dejó von Mises al morir. Se trata, lo repito, de “la única propuesta, hasta el momento conocida, que Ludwig von Mises escribiera específicamente para un país”, Problemas económicos de México, editada por el Instituto Cultural Ludwig von Mises en 1998, texto de 1943, de hace ochenta años, lo cual, inevitablemente, plantea esta pregunta: ¿sigue vigente el texto? ¿Aporta algo a la problemática económica de hoy?
Antes de responder estas preguntas recurriré al prologó escrito por Carolina R. de Bolívar, para saber por qué von Mises vino a México, en el ya lejano año de 1942.
En 1942 Ludwig von Mises visitó México, y uno de los resultados fue el texto que hoy se conoce, gracias a que en 1998 lo publicó en Instituto Cultural Ludwig von Mises, como Problemas económicos de México, escrito en 1943. Antes de conocer en qué consiste vale la pena saber por qué visitó von Mises México.
Al respecto, en el prólogo, Bolívar escribe: “Ludwig von Mises fue invitado a México en diciembre de 1941 por Luis Montes de Oca (…). (El) y otros intelectuales mexicanos, conocedores de la obra de Mises y de su talento, deseaban que (…) brindara asesoría al país y contribuyera a resolver los graves problemas que afrontaba a raíz de las medidas aplicadas durante el gobierno de Lázaro Cárdenas”.
Luis Montes de Oca (1892 – 1958), contador y empresario, político y diplomático, fue titular de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, 1927 – 1932, durante las presidencias de Plutarco Elías Calles y Pascual Ortiz Rubio, y director general del Banco de México, 1935 – 1940, durante buena parte del sexenio de Lázaro Cárdenas. Fue, en su momento, el principal promotor en México de la Escuela Austriaca de Economía, en general, y de von Mises, en particular, en aquel entonces el principal representante de la misma.
“Mises -continúa Bolívar- llegó a México el 11 de enero de 1942 y tres días después inició a una serie de conferencias en la UNAM sobre política monetaria y económica, siendo en aquel tiempo director del departamento de Economía Jesús Silva Herzog (padre de Jesús Silva – Herzog Flores y abuelo de Jesús Silva – Herzog Márquez). Este hecho fue de gran trascendencia ya que él había formado parte de la comisión de peritos que analizó el conflicto obrero – patronal de las empresas petroleras. Su veredicto fue determinante en la decisión de la Junta de Conciliación y Arbitraje para la expropiación (…). Silva Herzog y los economistas de la universidad ejercían una importante influencia en el gobierno de México, por lo que era fundamental que Mises les expusiera las teorías de la Escuela Austriaca”, y que las entendieran y practicaran.
“El México que Ludwig von Mises intentaba asesorar -prosigue Bolívar-, vivía en un entorno político, social y económico, derivado del gobierno cardenista cuyos lineamientos habían sido expresados en el primer Plan Sexenal para 1934 – 1940 por el Partido Nacional Revolucionario. El general Manuel Ávila Camacho, presidente en turno cuando llegó Mises, aunque no tan radical como su antecesor, también compartía ciertas ideas socialistas y se proponía dar continuidad a los cambios socio – económicos iniciados por el presidente Cárdenas”.
“Ludwig von Mises -termina Bolívar- (…), le indicó a México el camino a seguir y le explicó por qué. El documento que aquí presentamos tiene un gran valor, no solamente para entender el pasada sino (…) para evitar cometer los mismo errores que han mantenido innecesariamente a millones de mexicanos en la pobreza. Las palabras de Mises nos recuerdan lo que no hicimos y lo que aún tenemos por hacer”, palabras de Bolívar que hoy, a 25 años de la publicación de Problemas económicos de México, siguen vigentes, tal vez más que en aquel entonces.
Doce son los temas que analizó Ludwig von Mises en las conferencias que impartió en México en 1942, recogidas en el texto Problemas económicos de México, escrito en 1943, publicado en 1998 por el Instituto Cultural Ludwig von Mises: comentarios introductorios; condiciones de la agricultura; las industrias del procesamiento; las industrias extractivas; pequeña empresa y distribución; turismo; transportes; empresas de servicios públicos, problemas laborales; moneda y banca; problemas fiscales; educación.
Dada la amplitud de los temas, centraré la atención en las que considero las diez afirmaciones y recomendaciones más importantes encontradas en el texto de von Mises.
1.- “En cuanto a sus condiciones económicas, México es un país atrasado. Sin embargo, la historia ha demostrado que es posible superar el atraso económico en poco tiempo (…) El futuro no está perdido, siempre y cuando el país adopte una política adecuada”, que tenga como fin la mejora y multiplicación del capital, que es lo que se necesita para producir bienes y servicios, producción relacionada con el empleo, el ingreso y el bienestar, capital que se divide en cuatro. Natural: recursos naturales, que aportan las materias primas. Físico: instalaciones, maquinaria y equipo que trasforman los recursos naturales en satisfactores. Humano: conocimientos y habilidades para operar el capital físico y transformar las materias primas en satisfactores. Financiero: el dinero destinado a la adquisición de capital.
2.- “Lo que más necesita México es capital, ya sea propio o extranjero”, y que el mismo se canalice en forma de inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos, generan ingresos, elevan el bienestar.
3.- El problema es que “el rasgo característico de las políticas económicas de todos los países ha sido, durante muchas décadas, la hostilidad hacia el capitalismo”, entendido como el sistema basado en la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y en la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder hacerlo, en el cual el empresario es el principal agente económico, al servicio de los consumidores.
4.- “No son los gobiernos, sino los empresarios y los capitalistas quienes han transformada el mundo de los trabajadores manuales y artesanos, de los caballos, de los barcos de vela y de los molinos de viento en un mundo de potencia de vapor, electricidad y producción en gran escala para satisfacer las necesidades de las masas (…) El capitalismo (libertad individual y propiedad privada), ha derramado un cuerno de abundancia sobre todos los estratos de la población”, allí donde ha operado, donde se ha respetado la libertad individual para producir, ofrecer y vender, donde el gobierno no ha planeado, conducido, coordinado y orientado las actividades económicas de los particulares, y donde se ha respetado la propiedad privada sobre los medios de producción, donde el gobierno no ha expropiado capital.
5.- “La única manera de mejorar la situación económica de México es mediante el liberalismo económico; es decir, una política de laissez faire (dejar hacer)” y, agrego yo, de laissez avoir (dejar poseer). Dejar hacer (libertad individual) y dejar poseer (propiedad privada), los dos pilares del liberalismo.
6.- “No hay esperanza de construir una industria próspera en un país que considera a cada empresario como un explotador y trata de castigar su éxito”, siendo que los empresarios son la causa eficiente del progreso económico, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para más gente. ¿De qué depende esa capacidad? De las inversiones directas. ¿De quién dependen dichas inversiones? De los empresarios.
7.- “El gobierno, el parlamento y todos los partidos políticos tienen que comprometerse solemnemente a conducir una política incondicional de libre comercio interior, de libre empresa y de propiedad privada. Tienen que prometer que: a) nunca expropiarán a los capitalistas y empresarios, ya sean nacionales o extranjeros; b) no se adoptarán políticas fiscales diseñadas para confiscar utilidades de las empresas; c) nunca recurrirán al control o a la restricción cambiaria y no estorbarán transferencia de fondos extranjeros; d) nunca interferirán, ni directa o indirectamente, en la administración de empresas privadas que cumplan con la ley”, que se comprometan a respetar la libertad individua y la propiedad privada, respeto que debe ser constitucional.
8.- “La historia monetaria de México es, como la de todas las demás naciones, una sucesión de errores y desastres (…) Los problemas monetarios (la inflación) , nunca son el resultado de condiciones que escapan al control del gobierno de un país. Siempre son la consecuencia de una política deliberada”, que, o genera inflación, o permite que las presiones inflacionarias se conviertan en inflación. Entre enero de 1970 y septiembre de 2023 la inflación acumulada en México es 1,074,759.90 por ciento.
9.- “La tributación moderna expropia a los ricos e impide a los recién llegados adquirir riqueza. Es un obstáculo al progreso económico (…) Los impuestos sobre la renta deben mantenerse, incluso para los rangos de ingresos altos, a un nivel moderado. Además, la parte del ingreso de una persona que no se consuma sino se invierta, debe ser sujeta a una tasa menor. Igualmente habrá que aplicar la moderación en los demás impuestos, especialmente a los gravámenes a corporaciones y herencias”, siendo lo ideal el impuesto único (ni uno más), universal (sin excepción, ni de objeto, ni de sujeto, gravable), homogéneo (la misma tasa en todos los casos), no expoliatorio (destinado a financiar únicamente las legítimas tareas del gobierno), a la compra de bienes y servicios para el consumo final (no al ingreso, no al patrimonio, no a las utilidades, no a la adquisición de capital).
10.- “Lo que México necesita es libertad económica”.
Escribió Ludwig von Mises, en Problemas económicos de México, texto de 1943, que “lo que México necesita es libertad económica”, afirmación que, ochenta años después, sigue vigente. Según el Índice Internacional de Libertad Económica 2023, del Instituto Fraser, la calificación de México es 7.02/10, y su lugar 68/165.
Para salir adelante, afirma von Mises, hay que “reconocer los siguientes principios fundamentales:
1.- La civilización de una nación depende de su bienestar. Mientras más rica sea una nación, tanto más fácil será que sus hijos más talantosos logren grandes cosas en todos los campos de la vida humana. Mientas más rica sea una nación, más podrá gastar en mejorar la educación y en erradicar la enfermedad.-
2.- Sólo hay una manera de enriquecer a una nación: el incremento de la producción. Un hombre que logra producir más, mejor y más barato presta a sus conciudadanos un servicio más valioso que todos los promotores de planes falsos para reformas utópicas.-
3.- La acumulación de capital privado no es un mal, sino una bendición para la comunidad. Mientras más grande sea el monto de capital disponible, siendo iguales las demás condiciones, mayor será la productividad de la mano de obra y por lo tanto los salarios. Una política que resulte en el consumo de capital, o que impida la acumulación de capital, lastima seriamente los intereses de los asalariados.-
4.- La propiedad privada de los medios de producción y la libre empresa son los cimientos de nuestra civilización y de la democracia política. La motivación de las ganancias es el vehículo del progreso. La ciencia y la ingeniería modernas están vinculadas al capitalismo moderno. Ni el razonamiento apriorístico, ni la experiencia histórica, justifican la suposición que un sistema totalitario de administración económico (gubernamental) pueda iniciar mejoras técnicas.”
Y concluye von Mises afirmando que “la aceptación de estos principios en el siglo XIX convirtieron a la Gran Bretaña y a los Estados Unidos en las naciones más ricas del mundo”, y que “México no tiene otra opción abierta”, algo que, dicho hace ochenta años, sigue estando vigente, pese a la etapa neoliberal, durante la que tuvimos, no la práctica de los principios liberales, que hubieran resultado en la economía de mercado en el sentido institucional del término, sino del pragmatismo liberalizante, cuyo resultado fue, y sigue siendo, el capitalismo de compadres, con mucho de socialismo (redistribución del ingreso), y de mercantilismo (limitación de la competencia).
En términos generales, el análisis que realizó von Mises en 1942, y las recomendación que hizo, siguen vigentes, sobre todo en lo que a la participación del gobierno en la economía se refiere. Al respecto escribió: “La tarea del gobierno civil es garantizar la seguridad requerida para la operación constante y continua de la empresa privada”, para lo cual se deben reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente los derechos de los empresarios a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad privada de los medios de producción necesarios para poder hacerlo, todo lo cual es economía de mercado en el sentido institucional del término, que en México brilla por su ausencia.