Cito a Vidal Garza Cantú: “Hoy más que nunca debemos enseñar economía para evitar que la política sin principios destruya nuestras libertades y capacidades”, tal y como, desafortunadamente, está sucediendo. ¿Hasta qué punto se debe esa destrucción a que la mayoría de los votantes no saben de economía, motivo por el cual votan sin conocimiento de causa? Y si es así, y así es, ¿por dónde empezar a enseñar economía?
Un buen punto de partida es el mercado y la economía de mercado. Si la gente entiende lo que es el mercado, y lo que hace posible, y si entiende lo que es la economía de mercado, y cuáles son sus resultados, habremos avanzado por el buen camino. A responder estas preguntas dedico esta monografía, esperando contribuir a la enseñanza de la economía, que tanta falta nos hace.
¿Qué es el mercado? La relación de intercambio entre compradores y vendedores, que parte de la división del trabajo (Pedro produce vino, que satisface la sed, y Juan pan, que satisface el hambre), que separa a los agentes económicos en dos grupos, oferentes por un lado (Pedro ofrece vino y Juan pan), demandantes por otro (Pedro demanda pan y Juan vino), entre quienes se establece una relación de intercambio (para que Pedro no muera de hambre, y Juan de sed, intercambian pan por vino), para lo cual tuvieron que determinar un precio (tanto vino por tanto pan), intercambiando sus propiedades (Pedro su vino y Juan su pan).