Buena parte de las preguntas que nos hacen a lo economistas tienen que ver con el futuro: ¿qué pasará con la inflación?, ¿cuánto crecerá la economía?, ¿cómo terminará el año el tipo de cambio?, ¿subirá o bajará el precio del petróleo?, ¿cómo se comportarán las tasas de interés?, ¿habrá o no un crack bursátil?, ¿enfrentaremos una recesión mundial?, y muchas más, siempre relacionadas con el futuro.
Quien pregunta espera una respuesta que le sirva de guía para acertar en sus decisiones, elecciones y acciones. Quien responde, ¿sabe realmente lo que pasará? No, y la mejor prueba de ello es la continua modificación en los pronósticos de los economistas, y la mejor muestra de ello la tenemos en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que mes tras mes levanta el Banco de México, y en las cuales encontramos una constante: la permanente variación en los vaticinios de los economistas consultados.
Pongo como ejemplo las expectativas relacionadas con la primera pregunta del primer párrafo, ¿qué pasará con la inflación? La media de las respuestas para los primeros nueve mes del año fue: enero, 4.06 por ciento; febrero, 4.09; marzo, 4.07; abril, 3.98; mayo, 3.92; junio, 4.06; julio, 4.23; agosto, 4.41; septiembre, 4.56 puntos porcentuales, y seguramente, dado el repunte observado en los últimos meses en la inflación, que se ubicó en 5.02 por ciento en septiembre, en la encuesta de octubre la expectativa de inflación será mayor, más cerca del cinco que del cuatro por ciento.
La única respuesta honesta que podemos dar los economistas a las preguntas relacionadas con el futuro es “No sé” y, si supiéramos, lo último que haríamos sería compartir esa información ya que, de la misma, siempre y cuando sea privilegiada, podríamos sacar un enorme provecho, mismo que se diluiría en la medida en la que compartiéramos la información y los agentes económicos actuaran en consecuencia.
Si no queremos reconocer nuestra ignorancia en torno al futuro, y no nos atrevemos a decir “No sé”, tendríamos que responder algo así: “Cetereis paribus, y manteniéndose la tendencia actual, sucederá esto”, momento de tomar en cuenta, uno, que todo lo demás no se mantendrá constante y, dos, que la tendencia actual tarde o temprano cambiara, por lo que la respuesta “Cetereis paribus, y manteniéndose la tendencia actual, sucederá esto”, dado lo que contiene entre líneas, realmente equivale al “No sé”.
Las reflexiones anteriores vienen a cuento porque una de las preguntas más socorridas hoy, relacionada con el futuro de la economía, es esta: ¿Y cómo nos irá con AMLO?, pregunta que debe responderse en función de lo que ha dicho que hará, y de lo que ya está haciendo, pregunta cuya respuesta será el tema del próximo Pesos y Contrapesos.
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