Libertad, buen tema para el 16 de septiembre.
El mercado es la relación de intercambio entre compradores y vendedores, cuyo resultado es un bien común: bien porque ambas partes GANAN, común porque AMBAS partes ganan. Cada una valora más lo que recibe que lo que da a cambio.
La economía de mercado, en el sentido literal del término, es aquella en la cual el intercambio, el mercado, es la actividad central, en torno a la cual giran las demás, produciéndose para vender y comprándose para consumir.
La economía de mercado, en el sentido institucional del término, es aquella en la cual los derechos de los agentes económicos están plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados, derechos a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, para demandar, comprar y consumir, y a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, y sobre los ingresos necesarios para poder demandar, comprar y consumir.
La economía de mercado, en sentido institucional, es Estado de Derecho, desde la producción de bienes y servicios hasta el consumo de los mismos, Estado de Derecho que es el gobierno de las leyes justas, por lo que es Estado de Justicia, siendo justas las leyes que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de las personas, comenzando por los naturales, que tenemos por ser personas: vida, libertad individual, propiedad privada.
Para que la economía de mercado, en el sentido literal del término, dé los mejores resultados posibles, sobre todo en términos de bienestar para las personas, debe serlo, también, en el sentido institucional. Hoy, dada la división del trabajo, todas las economías son de mercado en el sentido literal del término. Pero no lo son, dadas las leyes injustas, en el institucional.
¿Cómo andamos en México en materia de libertad económica?
Todos los años el Instituto Fraser publica el Índice de Libertad Económica, que mide cómo andan los países en la materia. Ya tenemos el índice 2022, con datos del 2020, que mide qué tanto las políticas públicas y las instituciones jurídicas respetan la libertad económica de los ciudadanos, a partir de cinco grupos de variables: tamaño del gobierno; sistema legal y derechos de propiedad; poder adquisitivo del dinero; libertad para comerciar internacionalmente; regulación.
En materia de libertad económica México ocupó, entre 165 países, el lugar 64 (mediocre), con una calificación, en escala de cero a diez, de 7.12 (mediocre). Por grupos de variables estos fueron los resultados. Tamaño del gobierno: 19/165 y 8.08/10. Sistema legal y derechos de propiedad: 109/165 y 4.74/10. Poder adquisitivo del dinero: 104/165 y 8.16/10. Libertad para comerciar internacionalmente: 45/165 y 7.65/10. Regulación: 82/165 y 7.00/10. Todo esto en 2020. En 2021 y 2022, ¿mejoramos?, ¿quedamos igual?, ¿empeoramos?
Los resultados en materia de libertad económica muestran que la economía mexicana, que es de mercado en el sentido literal del término, no lo es en el institucional, lo cual la limita seriamente, sobre todo en términos del bienestar de las personas, que, con el 43.9 por ciento de la población sobreviviendo en condiciones de pobreza (2020), deja mucho que desear.
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