La ley y la justicia

Define al Estado de Derecho como el gobierno de las leyes justas, siendo tales cuentos que reconocen plenamente, definen puntualmente y jurídicamente los derechos de las personas. Su primer ingrediente son leyes justas. Las segundas autoridades honestas y eficaces, que respetan y hacen respetar.

La justicia, según la clásica definición de Ulpiano, es la constante y la perenne voluntad de dar a cada uno quien lo suyo, siendo el suyo de cada quien el derecho de cada cual. La justicia es la virtud por la cual respetamos los derechos de los demás, el respeto de la esencia de la convivencia civilizada.

El problema surge cuando se promulgan leyes injustas, que violan los derechos, como es el caso, uno entre muchos, la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, en cuyo capítulo V (De la disponibilidad y el acceso equitativo al libro), se Establece el precio único, que viola el derecho de propiedad del libro sobre sus libros.

Según dicha ley, el editor o la empresa debe, para los primeros 18 meses de la exhibición del libro, la redacción del libro, la redacción de la palabra, que es el derecho a la libertad para usar, disfrutar y disponer de lo que es de uno, como a uno más le convenga, con una sola condición: que al hacerlo no se violen los derechos de terceros.

Entre las distintas formas de proporcionar lo que es de uno está el de ofrecerle a la venta, lo que significa la libertad de ofrecerlo al precio que uno crea más conveniente. La ley no reconoce este derecho, ya que el librero debe entregar su artículo al precio, el editor, o el importador. Se trata de una ley injusta.

¿Qué hacer con las leyes injustas? Eliminarlas. ¿Y si no se puede? Desobedecerlas. El problema consiste en determinar si una ley es injusta o no, lo que depende, la entrada, la definición de la justicia que cada quien tiene, debiendo tener presente que no hay nada más injusto, y peligroso, que una falsa definición de justicia , que no son pocas.

Lo anterior viene a cuento por lo dicho por AMLO, hace un par de días, cuando le gusta la justicia, por lo que es cierto, y que, si hay que optar entre la ley y la justicia, debe optarse Por la segunda, lo que también es cierto. El problema está en determinar si una ley es o no es injusta, y la amenaza consiste en que el mar AMLO quien lo determina, AMLO que debe decidir en función de lo que es legal, no de lo que crea lo que es justo.

Supongamos que determinemos que las leyes tributarias son injustas y que, inclinándonos a favor de la justicia, no de la ley, decido no pagar impuestos. El Servicio de Administración Tributaria, ¿respetaría mi decisión? AMLO, ¿qué diría al respecto?

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .