Por inflación me refiero al aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, resultado de un exceso de la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar bienes y servicios, y por lo tanto de un exceso de demanda agregada, ya sea porque ésta aumentó sin que aumentara la oferta agregada, o porque la oferta agregada se redujo sin que se redujera la demanda agregada, o porque al mismo tiempo aumentó la demanda agregada y se redujo la oferta agregada (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/inflacion-exceso-dinero-494860).
Por tasa me refiero a la Tasa de Interés Interbancaria, la que el Banco de México cobra a los bancos cuando les presta dinero, que es la herramienta con la que cuenta para mantener la inflación dentro de la meta, 3% más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la mínima aceptable es 2% y la máxima 4%. Receta: aumenta la inflación, se sube la tasa; baja, se baja.
Hay repunte inflacionario cuando la inflación rebasa el límite superior de la meta, 4%, y sigue subiendo. El actual repunte comenzó en marzo de 2021, cuando la inflación pasó de 3.76%, en febrero, a 4.67%, en marzo, y mantuvo la tendencia alcista hasta alcanzar 8.15% en julio pasado. Entre julio de 2021, tres meses después del inicio del repunte, y hoy, la tasa subió de 4.00% a 8.50%, y la inflación no solo no bajó, sino que subió. La medicina: la tasa, y la receta: aumenta la inflación, se sube la tasa; baja, se baja, ¿serán las correctas? (Véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/logica-ilogica-440781).
Independientemente de lo mucho que debe decirse del uso de la tasa como herramienta para mantener la inflación dentro de los márgenes de la meta, si la inflación consiste en el aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, cuya causa es el exceso de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, es decir, que se usa para demandar bienes y servicios, para eliminar el efecto, el aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, hay que eliminar la causa, el exceso de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, lo cual debe lograrse, no retirando el exceso de dinero que ya se “inyectó”, sino dejando de “inyectar” dinero en exceso, hasta que se consiga y mantenga el equilibrio entre la oferta y la demanda agregadas, tema que requiere de una nueva serie de Pesos y Contrapesos, que espero escribir próximamente.
En el párrafo anterior hablé de la causa (el exceso de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía) y del efecto (el aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor), de la inflación, quedando claro que el aumento de la tasa para frenar el repunte inflacionario pretende actuar sobre el efecto (el aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor), por lo que la causa (el exceso de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía) ya operó. Y si no se elimina la causa no hay manera de que se elimine el efecto, siendo ésta la razón por la cual la tasa aumenta y el repunte inflacionario sigue.
Para que termine el repunte inflacionario, para que la inflación empiece a bajar, y para que se ubique dentro de los márgenes de la meta, se necesita que no se siga “inyectando” dinero en exceso a la economía, y que el que ya se “inyectó” se “absorba” por medio del aumento en la oferta agregada.
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