La delincuencia y el tratado comercial con USA y Canadá

Uno de los graves errores de las pasadas y la actual administración federal, ha sido no concientizarse del riesgo que representan, tanto el impacto de la delincuencia en la vida económica del país, como la falta de decisión de las autoridades frente a conflictos sociales que pueden frenar o por lo menos limitar la inversión de capital productivo en nuestro territorio.

A final de cuentas, cuando hay temor, los inversionistas frenan el flujo de capital.

De nada sirve apostarle a la Reforma Energética y que el nuevo gobierno vea con buenos ojos estimular a las empresas inversionistas que ganen licitaciones, si no ha podido controlar a los guachicoleros y no ha llegado al fondo de este grave problema, puesto que aún persiste la duda de si funcionarios de PEMEX han estado coludidos desde los inicios con el robo de combustible y esta posibilidad no ha sido plenamente desechada.

Poco se ha hablado del impacto de la corrupción, que evidentemente también tiene el componente del chantaje del funcionario público al inversionista, como un freno a la inversión productiva que puede detonar el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.

Y del campo, ni hablar. La delincuencia domina el campo en varias zonas del país, como sucedió hace unos años en Michoacán, donde los productores de aguacate de exportación, así como de limón, fueron chantajeados hasta hacer poco atractivo esforzarse por hacer productiva la tierra.

En el ámbito del turismo, podemos suponer que de seguir la tendencia actual de crecimiento del índice delictivo, seguramente el temor frenará las inversiones y la inseguridad será un obstáculo para capitalizar el interés de los turistas por visitar nuestro país.

Es muy importante entender que el cobro de piso y las extorsiones sí impactan las oportunidades de crecimiento económico del país porque no permiten estimular una visión de futuro.

Los asaltos al transporte de carga en carreteras, e incluso en el ámbito ferroviario, encarecerá los servicios logísticos.

De la delincuencia que agobia a la pequeña y mediana empresa, ya no se libran tampoco las grandes empresas, que en varias zonas del país han visto desaparecer sus unidades de reparto, que estas sean asaltadas, e incluso, decomisadas y quemadas en los enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los cárteles.

La inseguridad y la falta de garantías pueden ser un freno al nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.

El combare a la delincuencia debe ser una prioridad para el próximo gobierno, pues al actual y los anteriores nunca le ha importado resolver este problema.

¿Usted cómo lo ve?

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Ricardo Homs

Vicepresidente de la Academia Mexicana de la Comunicación, autor y conferenciante. Experto en liderazgo social, estrategias competitivas de negocios, marketing político y posicionamiento.