El CEO de JPMorgan Chase, el afamado inversor Jamie Dimon, aseguró que está preparando a su banco –el más grande de Estados Unidos– para un huracán económico y aconseja a los inversores hacer lo mismo.
“Saben, dije que hay nubes de tormenta, pero voy a cambiarlo… es un huracán”, dijo Dimon en una conferencia financiera en Nueva York, y destacó que, aunque las condiciones parecen “buenas” por el momento, nadie sabe si el huracán será una “supertormenta”.
“Será mejor que se preparen. JPMorgan se está preparando y vamos a ser muy conservadores con nuestro balance”, dijo Dimon en una sala llena de analistas e inversionistas.
La Fed y su “Reducción cuantitativa”
Hay un factor principal que tiene preocupado a Dimon: la Fed.
La Reserva Federal ha dicho que revertirá sus programas de compra de bonos y contraerá su hoja de balance con la llamada “reducción cuantitativa”. Dicho ajuste (QT, por sus siglas en inglés), está programado para comenzar este mes y aumentará hasta 95 mil millones de dólares en tenencias de bonos en los meses subsecuentes.
Dimon dijo que nunca se ha visto un QT como este, así que estamos ante algo sobre lo que se podrían escribir libros de historia durante 50 años. Además, señaló que varios aspectos de los programas de flexibilización cuantitativa resultaron contraproducentes, incluidas las tasas negativas, calificándolas de enorme error.
En este sentido, comentó que los bancos centrales no tienen otra opción más que endurecer la política monetaria porque hay demasiada liquidez en el sistema, y con las presiones inflacionarias ahora esas mismas autoridades monetarias tienen que eliminar parte de la liquidez para detener la especulación y reducir los precios.
La guerra Rusia-Ucrania
El otro factor que preocupa a Dimon es la guerra de Ucrania y su impacto en las materias primas (en especial alimentos y el combustible), pues advierte que debido a las interrupciones causadas por el conflicto el precio del petróleo puede llegar hasta los 175 dólares el barril.
“Las guerras van mal, tienen consecuencias imprevistas”, dijo Dimon. “No estamos tomando las medidas adecuadas para proteger a Europa de lo que va a ocurrir con el petróleo a corto plazo”.
La advertencia surtió efecto en los mercados
El tono pesimista de Jamie Dimon de “nubes de tormenta” la semana pasada a un “huracán en camino”, provocó ya la debilidad del mercado desde el miércoles.
Ese día las expectativas de aumento de tasas volvieron a subir, pues en el mercado ve al menos tres aumentos de tasas de más de 50 pb, y eso significó que las acciones, los bonos, el bitcoin y los bancos fueran golpeados a la baja.
No hay sorpresas.
En Top Money Report hemos insistido en que no debe perderse de vista el horizonte por las circunstancias del día a día. La volatilidad nos llevará a engañosas “correcciones alcistas” de corto plazo que no son otra cosa que rebotes temporales en activos de riesgo cuya tendencia mayor seguirá siendo descendente. ¡No hay que pelearse con la Fed!
El banco central más poderoso del mundo está emprendiendo el mayor drenaje de liquidez de su historia. Su presidente, Jerome Powell, lo ha dicho abiertamente y también entre líneas: confía lo suficiente en la fortaleza de la economía estadounidense como para resistir una fuerte alza de tasas y lograr un “aterrizaje suave” que atenúe la inflación sin caer en una recesión.
En este espacio no vemos eso posible, pues si de verdad quiere con política monetaria parar en seco a la inflación, tendrá que “romperle la espalda” a la demanda agregada y no habrá manera de impedir una grave recesión.
La suerte está echada: el mundo se enfrenta a una crisis inflacionaria global sin precedentes, y la alternativa – con las políticas y criterios actuales- es otra crisis y recesión que tendría un impacto en el crecimiento y dejaría a millones sin empleo. ¡No hay salida cuando lo que se corrompe es el sistema monetario con deuda y emisión de dinero sin fin!
La verdadera y amarga medicina – años de austeridad, equilibrios presupuestarios, ahorros, reducción de la deuda y un sistema de dinero honesto basado en el oro- es la verdadera puerta de escape. Esa es la única vía real para recobrar un crecimiento sostenido y sin crisis cíclicas que cada vez son de mayor profundidad.
Por desgracia, le aseguro que para los políticos de todo el mundo esa opción está más que descartada. Sólo queda hacerlo a escala individual, familiar y empresarial, para construirse uno mismo su propio “bote salvavidas”.